Diseñado, organizado y plasmado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, el Parque Museo La Venta (PMLV), es considerado único en su tipo, y pese a ser el atractivo cultural más importante del estado, hoy se encuentran relegado y en el abandono.
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De acuerdo a información plasmada en múltiples publicaciones, el objetivo de Pellicer era conservar y rescatar este legado, propiedad de la nación, de los daños que las exploraciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) causaban en su sitio original, a inicios de los años 50.
El recinto fue inaugurado el 4 de marzo de 1958; cuenta con 6.5 hectáreas que están divididas en dos áreas: la arqueológica y la zoológica. En el sitio se muestra una colección de 33 monumentos arqueológicos entre altares, estelas, cabezas colosales y 33 monolitos que datan de los años 1300 a 2000 a.C.
Ha sobrevivido a inundaciones, la humedad, la fauna y sobre todo al hombre, ya que son los propios visitantes quienes han protagonizado hechos de vandalismo contra este tesoro cultural.
La museografía consistió en colocar los objetos –monolitos- al aire libre. Al mismo tiempo, Pellicer decidió recrear el ambiente que él pensó que había existido en su lugar de origen, de tal manera que plantó especies de flora de esa región en un terreno que, en la actualidad, es una
selva en medio de la ciudad de Villahermosa.
La idea era entrar al Parque-Museo y recorrerlo, disfrutando de la exhibición de piezas, en medio de la vegetación representativa del trópico húmedo y, además, escuchar los sonidos que generan los monos aulladores, aves e insectos, buscando generar la sensación que seguramente deben sentir los arqueólogos cuando realizan un hallazgo.
Sin embargo, 64 años después, La Venta no se cuenta con personal ni especialistas para darle el mantenimiento adecuado a cada pieza.
Fuentes al interior del parque, confirmaron a El Heraldo de Tabasco, que el museo no tiene arqueólogo, ni especialista, que puedan realizar trabajos que ayuden a frenar el daño que la humedad, la vegetación y la fauna le general a los monolitos.
La pandemia
Para la bióloga Graciela Beauregard Solís, quien es profesora e investigadora de la División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, la pandemia de Covid-19 ha expuesto la situación interna del museo más conocido de Tabasco, respecto a la inexistencia del uso de las tecnologías de la información y la comunicación, causada por la falta de equipamiento, así como por la carencia de personal capacitado para su utilización.
“Esto no se notaba antes de marzo del 2020. La atención presencial a cargo de su personal satisfacía, en parte, la demanda de la población visitante. El futuro no es esperanzador, debido a que no se cuenta con los ingresos económicos de las entradas y sí con la necesidad del mantenimiento del área forestal, junto con la fauna que ahí vive en condiciones de semicautiverio. Aunado a lo anterior, está pendiente, siempre latente, el mantenimiento de la colección arqueológica”, describe, la especialista en la publicación “Prácticas y Testimonios”.
La especialista, quien ha sido directora del Parque Museo de La Venta y del Museo de Historia Natural José Narciso Rovirosa Andrade, precisa que a pesar de la importancia de esta institución (Museo La Venta), la destrucción de su colección arqueológica, por razones relacionadas con el intemperismo, es un hecho que pone en duda si se cumple con el deber de protegerla y conservarla.
“La misma situación se presentó con el patrimonio arqueológico del estado de Veracruz, el cual se puso bajo techo en el año de 1986 en el actual Museo de Antropología de Xalapa. Éste, es un buen ejemplo para Tabasco”, precisa.
Hoy a 64 años, Carlos Pellicer Cámara, sin proponérselo, dio una respuesta para solucionar otro problema que se relaciona con la conservación. “No se trata del patrimonio prehispánico de la Nación, se trata del patrimonio natural de la humanidad, para rescatar a la especie humana”.
Conversión a ecomuseo
En este contexto, Beauregard Solís propone repensar si el patrimonio arqueológico debe continuar deteriorándose, comunicando un discurso de negligencia hacia el mismo.
Y concluye asegurando que la pandemia exhibe la necesidad de que el PMLV se actualice, “su silencio actual puede conducirlo tanto al olvido o, a pensar en la urgencia de encontrar el detonante que lo despierte de su letargo”.
Principales piezas
- - Cabeza colosal número 1.
- - Altar A o Tumba de Comunas de Basalto.
- - Altar Número 4.
- - Altar a la Madre.
- - Cabeza colosal “Carita Sonriente!.
- - Escultura de “La abuelita”.
- - Tumba olmeca
- - Escultura de La Mujer
- - Escultura “Mono mirando al cielo”
- - Escultura de “Bebé jaguar”
- - Cabeza Colosal núm. 3