Feligreses católicos a grito de: "Qué viva mi Cristo, qué viva mi rey" es como celebran la llegada de la imagen del Señor de Tabasco, la cual devolvió la fe al pueblo tabasqueño en un Martes Santo.
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La imagen de Cristo Rey representa a la parte divina, cuando el nazareno preso declara su realeza ante Pilato. El santo originalmente era venerado como patrón en la ciudad de Villahermosa desde el siglo XVII, en esa época era negro el Señor de Esquipulas, cuya catedral se localizaba en lo que actualmente es el parque Morelos.
La destrucción de un símbolo del catolicismo
Durante la persecución garridista en Tabasco, Tomás Garrido en represalia por el asesinato de Álvaro Obregón mandó a convertir la catedral en una escuela racionalista y posteriormente, en 1934, fue destruida, y con ella también la imagen del Señor de Esquipulas, y encima se construyó el parque que actualmente permanece.
Para los años 40 el obispo de Tabasco don José de Jesús del Valle y Navarro consideró que su grey necesitaba un aliento de fe, entonces decidió mandar a hacer al Estado de México una imagen de Cristo Divino Preso para que fuera el nuevo patrón de Tabasco.
Arribó por el río Grijalva
De esta manera, a tierras tabasqueñas llegó la obra por el río Grijalva el Martes Santo 4 de abril del año de 1944 a las tres de la tarde. Originalmente el Señor de Tabasco tenía dos fiestas, la principal del domingo de Cristo Rey, la segunda que se celebraba el domingo del Buen Pastor, pero esta última fue suprimida por las disposiciones del concilio Vaticano II.
Actualmente, se celebra en el domingo de Cristo Rey su fiesta principal, y con algunos festejos menores el martes santo de cada año en memoria su llegada a la ciudad de Villahermosa.