Antes que llegara el Glaucoma y lo dejara ciego el señor Juan José López se desempeñaba como chofer de unidades pesadas, y hoy a sus 70 años depende de lo que la gente lo pueda apoyar.
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Con la llegada de la modernidad, luego de estar por un tiempo en la terminal de taxis en la avenida Universidad, tuvo que buscar otro punto para solicitar unas monedas, arribando al mercado “José María Pino Suarez” donde llega casi toda la semana para ganar entre 70 y 100 pesos al día.
Don Juan José recuerda que en sus años mozos se dedicó a manejar unidades de carga “yo manejaba, volteos, góndolas, sin embargo con el paso del tiempo fui perdiendo mi vista y esta me han dicho podría mejorar con un trasplante pero la verdad nadie te ayuda para eso, por eso estoy aquí, a veces me voy a plaza Cristal ya que ahí me conoce la gente, aquí agarro la combi de La Manga-Tamulté para bajarme en la plaza comercial”.
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En su vida personal, señala que tiene 1 hijo y 3 hijas quienes de vez en cuando lo apoyan.
Yo vivo en una casa que fue de mi esposa, ella ya falleció, esa casa está intestada pero ya estamos arreglando para que todo esté en orden y no tenga ningún problema
Juan José López
El entrevistado señala que son 20 años los que no ha podido ver nada, por lo que ahora tiene la necesidad de ganar para su comida y sus pasajes de manera cotidiana.
Manifestó que pese a las condiciones de la pandemia, donde está de manera directa con las personas no le ha dado Covid-19.
“Gracias a Dios estamos bien no nos hemos enfermado, ya que tenemos cubrebocas, hay un poquito de miedo pero todo se lo dejo a Dios”, platicó.
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En torno a su padecimiento, atajó que ha perdido la esperanza de lograr algún trasplante para su vista, pero seguirá luchando todos los días por estar lo mejor posible.