I
"La Policía debería realmente indagar cómo se dieron las cosas. Los periódicos y los noticieros están dando la primera versión desde la mañana, donde él llega supuestamente borracho a su cuartería, ella le revisa el celular y le encuentra fotos íntimas... y ella se avienta por el balcón. Qué bueno que ustedes están investigando bien el tema, para que se aclare y no se manche el honor de nadie", señala don Manuel 'N'.
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Este día, los medios hicieron públicos algunos de los datos recabados por los primeros respondientes de la alerta ocurrida en la víspera: "la mujer, identificada como Rocío "N", de 30 años de edad, había revisado el celular de su esposo, Luis Alberto "N", quien supuestamente arribó al domicilio en presunto estado de ebriedad, y al parecer encontró mensajes y fotografías comprometedoras, lo que desató una discusión entre la pareja, que derivó en el intento de suicidio".
Don Manuel, un adulto mayor vecino de la calle de Mariano Arista, una de las más antiguas y emblemáticas del Centro de la ciudad de Villahermosa, tiene su propia teoría sobre el tema: "Fue el calor, ya ve usté que se ensañó mucho ayer. Seguro que fue el calor, el trago y la pobreza... y los celulares, que son del diablo", señala, convencido.
II
La calle de Mariano Arista discurre desde la pomposa y congestionada avenida Paseo Tabasco, hasta la calle de Ignacio Allende, en pleno centro de la ciudad de Villahermosa. Es una serpenteante vía en declive, rodeada de casas habitación de nivel medio; cuarterías, una talabartería, un expendio de ropa, una tortillería y varias tienditas que persisten en su empeño por sobrevivir al OXXO que un día se les clavó, en pleno corazón de su ya maltrecha economía, justo en la esquina más comercial.
Un recorrido realizado por El Heraldo de Tabasco, da cuenta de los problemas que acechan a esta populosa zona, y también recaba las versiones de los vecinos sobre el intento de suicidio ocurrido la noche anterior, el cual revela varias aristas escabrosas, entre ellas, un posible caso de violencia doméstica, de acuerdo a vecinos.
Dicen que preguntando se llega a Roma. De la talabartería llego a la tiendita, y en la tienda me dan razón de la casa de una señora que fue testigo del incidente, la cual vive casi contigua a la vecindad en donde se dieron los hechos. Ahí está, por fortuna; atendiendo a un vendedor de puerta en puerta. Le pregunto si se enteró del caso.
Súbitamente, le grita a alguien que se encuentra en el interior de la vivienda, para que le cuide "la olla que está en la lumbre", mientras platica con el reportero.
"Me enteré, yo lo vi. A ella (la víctima de intento de suicidio) casi no la conocía, pero a él, sí. Ella veces me pedía que si no tenía un tomate, o algo... todo ocurrió cerca de las diez y tantos de la noche... pero así como dicen en los periódicos, no es cierto... fue al revés. Él fue el que le revisó el celular a ella... y ya no te puedo decir más..." (Dice llevándose el dedo índice a la boca, en señal de silencio).
"Tenemos varios problemas en esta calle. Uno de ellos, es que todo está muy oscuro porque no hay alumbrado. Por la escuelita está bien el foco, pero esta área... han habido problemas de asaltos... a un vecinito de ahí de la cuartería, todo lo tasajearon... fue ahí por la escuela, le tuvieron que meter puntos... a una señora que bajaba de la Plazuela, también la asaltaron... la verdad sí pasa la patrulla, pero eso no sirve de mucho..." (se escuchan los gritos de un niño pequeño, desde dentro de la casa. Se despide apresuradamente, entra, y cierra la puerta).
III
La puerta de la cuartería marcada con el 524 está cerrada con candado. No tiene timbre ni hay portero. Está pintada de color verde agua y tiene facha de ser una construcción muy vieja.
Un letrero de advertencia en el interior, confirma las versiones sobre la peligrosidad de la zona; "Por su seguridad, mantenga la puerta cerrada las 24 horas".
Al fondo, un estrecho pasillo lleva hasta una puerta de madera, cerrada. Nadie responde a los llamados. Arriba, en el balcón desde donde Rocío "N" se arrojó a la calle la noche anterior, por razones que hasta el momento sólo ella y su pareja conocen de cierto, hay dos departamentos: afuera de uno, se encuentra el bastidor de una cama de madera, y del otro, una escoba y un mechudo.
Del balcón a la calle no hay más de tres metros de altura. Suficientes para matar o hacer mucho daño a quien caiga desde ahí, dependiendo de cómo caiga, obviamente; se sabe que la joven sobrevivió al incidente, pero hasta el momento no se tiene algún informe oficial sobre su estado de salud.
Desde el interior de la vivienda, se escucha a todo volumen una canción ranchera de Rocío Durcal, "Así son los hombres":
Nada ha sido en serio
Todo fue una broma
Que bien me engañó
Yo hubiera metido
Las manos al fuego
Por él y su amor
¿Qué clase de persona
Él se creé que soy?