A pesar de que el frente frío número ocho pasó hace casi una semana, los daños que causó persisten, como los encharcamientos en el pueblo de Astapa, que limita con el Río de la Sierra. A medida que avanza la semana, el pueblo de Astapa sigue enfrentando calles inundadas debido a problemas en el drenaje, lo que ha generado acumulaciones de agua de hasta medio metro.
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La señora Angela, que reside a menos de 10 metros del Río de la Sierra, relata cómo el cauce desbordado inundó sus casas de lodo, así como las calles circundantes. Hoy, se pueden observar a varias amas de casa dedicadas a la ardua labor de limpiar, retirando el fango de sus patios y aceras. "Lo único que nos proporcionaron fueron unos costales con arena; las autoridades no brindaron más ayuda", lamenta Angela.
A pesar de ser conscientes de su ubicación en una comunidad que colinda con el río, Angela expresa que no tienen otro lugar donde vivir. "Desde que éramos niños, estábamos familiarizados con el río, pero en los últimos años, la situación se ha vuelto incontrolable. Aún así, las autoridades no han tomado medidas para implementar un plan de protección", comenta Juan "N".
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Nadie esperaba que esta vez las aguas inundaran la comunidad y forzaran a la gente a salir a la calle. La incertidumbre y la necesidad de ayuda son las realidades que enfrenta Astapa mientras luchan por recuperar su hogar.
