La necesidad y las ganas de salir adelante, condujeron a Jovita Pérez Torres a montar un pequeño negocio ambulante de tacos denominado "La abuela joven", con el que a pesar de las adversidades y la emergencia sanitaria por el Covid-19 ha logrado sortear la difícil situación económica familiar.
Aprendió que sólo a base de esfuerzo la gente honesta logra sus objetivos, y para ella lo primordial es poder vender sus productos para sobrellevar las necesidades más apremiantes del hogar.
Con la ayuda de su esposo, instala a diario el puesto rodante- un triciclo adaptado como taquería-, sobre la avenida Adolfo Ruiz Cortines, a las puertas de un negocio de ferretería frente al parque Tomás Garrido, donde le han dado "chance" de colocarse y expender sus productos. Muchos trabajadores de empresas cercanas ya la conocen.
En este sitio, a partir de las seis de la mañana, vende los clásicos tacos de carne asada, cuerito, longaniza y ubre, desde que ambos se quedaron sin empleo y por la edad nadie quiso darles trabajo.
"Aparte, mi marido tiene diabetes y ya no le dan trabajo, por eso decidimos emprender este pequeño negocio", al tiempo de comentar que ha logrado sacar adelante a sus hijos y ahora aporta también para la manutención de sus nietos.
Oriunda de Centro, Jovita asegura que la pandemia, en su etapa más álgida, los golpeó en gran medida y debieron dejar la taquería por un tiempo, pero no por eso se sentó a ver la vida pasar, buscó la forma de sacar dinero para llevar a casa.
Empezamos -dijo- a recoger fierros viejos y latas para sobrevivir, porque tengo a mis nietecitos ahí en la casa y hay que darles de comer, lo importante es buscar el sustento diario.
A sus 50 años, se dice con fuerza y vigor para seguir dedicándose a la venta de tacos y mandó un mensaje a más mujeres emprendedoras en el marco del Día Internacional de la Mujer: "a todas las compañeras que se dedican a las ventas no dejarnos caer, hay que seguir en la batalla, no nos dejemos vencer, somos mujeres y tenemos que salir adelante".