A pesar de que recientemente se abrieron algunos pasos y tramos, el distribuidor vial de Avenida Universidad es un verdadero caos en materia de circulación vial.
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Esto no sólo en las llamadas horas pico, sino a cualquier hora del día y de la tarde. Los carriles que vienen tanto de la avenida José Pagés Llergo, como del boulevard Adolfo Ruiz Cortines, constantemente lucen llenos de filas de vehículos que esperan pasar hacia la UJAT y la zona de Ciudad Industrial.
La causa de este cuello de botella son algunos trabajos complementarios que ocasionan que al bajar ambos puentes sea necesario usar un solo carril. Dicha situación repercute en los tiempos de traslado y hace que algunos conductores se desesperen y lleguen a tocar sus claxons.
Sin embargo, no hay presencia de agentes de la Policía Estatal de Caminos para regular el tránsito en la zona. Además a esto hay que sumar los problemas de encharcamiento que se generan.
Y es cuando llueve se forman auténticas albercas en las zonas que serán carriles bajos y que el peatón sortea al pasar por ahí porque no hay ningún señalamiento. Así, aunque ya está prácticamente terminado el distribuidor sigue siendo un dolor de cabeza para los automovilistas.