Dispara Covid-19 la informalidad en Tabasco

Muchas personas que han perdido sus empleos o que sus negocios se han visto afectados a causa de la pandemia, han recurrido al ambulantaje para obtener ingresos

Marco Antonio López | El Heraldo de Tabasco

  · jueves 17 de septiembre de 2020

Foto: Javier Chávez | El Heraldo de Tabasco

En un verdadero problema se ha convertido el ambulantaje en Villahermosa. Apenas en el mes de junio las cifras señalaban que ha ganado terreno hasta en un 70 por ciento respecto a como estaba antes de que se presentara la pandemia en el mes de marzo de este año.

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Además de arriesgarse al contagio de Covid-19 en las calles, también enfrentan el acoso de los inspectores de Fiscalización del Ayuntamiento de Centro, que los extorsionan y les decomisan sus productos.

Sin duda, el Covid-19 ha sido el causante de que mucha gente se haya quedado sin empleos, concentrando una de las tasas más altas de la informalidad de acuerdo al portal Data México, y que señala que Tabasco se encuentra junto al Estado de México, Veracruz y Puebla, como las entidades que albergan un buen porcentaje de ambulantes.

El IMSS dio a conocer que se han perdido 1,117,584 puestos de empleo formales de marzo a julio de 2020. Foto: Javier Chávez

Cabe destacar que pese a la pérdida de empleos, Tabasco, Michoacán y Baja California registraron en el primer semestre del año una ligera variación anual durante junio con 1.4, 0.1 y 0.1 por ciento, respectivamente.

En tanto que estados Turísticos como Quintana Roo registraron un desplome del empleo formal de 22.9 por ciento en junio a tasa anual; seguido por Baja California Sur, con 11.7 por ciento y Guerrero con 7.2 por ciento.

Ante la pérdida de empleos, otro problema que ha enfrentado el estado es justamente la generación de empleos, rubro en el cual por más de dos años consecutivos se ha ocupado el fondo nacional.

Hasta el 31 de julio pasado, el IMSS tenía inscritos 19,495,952 puestos de trabajo; de éstos, el 86.5% son eventuales y el resto permanentes. Foto Javier Chávez

Y es en el primer cuadro de la ciudad en Villahermosa donde se concentra una gran parte de la informalidad, que por un tiempo cambió de giro por la pandemia, y ahora han regresado a su “normalidad”, que va desde la venta de ropa, cinturones y bolsas, pero también venden equipos de cómputo y venta de antojitos entre otros.

Las historias de tabasqueños son muchas, las hay de todo tipo, donde incluso hasta profesionistas han visto una mejor opción para sacar adelante a la familia.

Intentan contener el fenómeno

Autoridades municipales, son las que buscan frenar un poco el ambulantaje, actualmente tienen una “papa caliente” en sus manos en los alrededores del mercado “José María Pino Suarez“, y en donde por años el comercio informal se apoderó de sus calles.

Ya desde el año pasado fueron retirados y enviados cientos de ellos al estacionamiento del mercado provisional, y desde el mes de junio ingresaron al espacio denominado Tianguis Villahermosa.

Foto: Javier Chávez | El Heraldo de Tabasco

Sin embargo, ante las bajas ventas y la nula promoción a este centro de abasto, los comerciantes han manifestado que están pensando en regresar a las calles en los próximos días.

Situación que se complicaría, debido a que los comerciantes que se encuentran en Bastar Zozaya y Calle Madero también esperan turnos para llegar al tianguis.

Historia de un profesionista

Con una carrera universitaria, Juan Carlos está desde hace algunos meses en las calles de Villahermosa; buscando la manera de llevar el pan a su hogar, se vio en la necesidad de llegar a la informalidad.

“Trabajaba en un casino en la capital tabasqueña; cuando empezó la pandemia nos mandaron a casa, nos dieron hasta mercancía de la que había en la empresa para todos, sin embargo, luego de tres meses, llegó un recorte de 15 personas, luego otro más de 10, y final ente en julio hubo otro recorte y ahí me tocó, prácticamente no quedó nadie, y hasta la fecha sigue igual cerrado”

Expuso que en lo personal, ya estaba preparado psicológicamente para lo que podía venir, ya que a diario veía en las noticias que las cosas no mejoraban. “Cuando me llamaron para decirme que ya no habría pago me sentí un poco triste pero la verdad no tuve mucho tiempo de ponerme a ponerme a pensar que voy hacer, tengo una hija y debo trabajar”.

Aunque no le ha tocado ir a vender al centro, sí recorre las calles de su colonia.

“Ahora estamos vendiendo empanadas y panuchos, vendemos en la mañana y en la tarde, ahí podemos recuperarnos un poco. La verdad no sé hasta cuándo vamos a seguir vendiendo, la situación no mejora en la entidad, seguimos en semáforo naranja, y ya deseo que pase esta situación para que se abran fuentes de empleo”.

Gana más en la calle

Walter “N” es la historia de otro universitario, quien egresó de la universidad hace casi 15 años.

Sin embargo, sólo en una ocasión tuvo un trabajo formal, y fue cuando egresó de la licenciatura y le pagaban 2 mil 500 y como antes ya había tenido experiencia en las ventas, desde hace más de 12 años se ha mantenido en las calles vendiendo.

“He comercializado de todo; en épocas anteriores, previo al inicio de clases vendía etiquetas para libros, libretas, forros de libros, pero la verdad me ha ido mejor en el comercio informal”, recuerda.

Familia le apuesta a la informalidad

Entre las historias se encuentra la de una familia que desde hace casi 20 años tiene una zapatería. Sin embargo, en tiempo de pandemia tuvieron que salir a las calles a vender cubrebocas .

“Tenemos un local que debemos pagar, y a pesar de todo, hemos soportado la etapa de pandemia, tuvimos días difíciles, pero poco a poco hemos salido avantes. Hubo algunos días que tuvimos que salir a las calles a vender nuestros productos… es difícil mantenernos en este negocio, pues tenemos que pagar la renta que tiene un costo de 30 mil pesos, por esa razón salimos a vender a las calles” dijo Heydi “N”.



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