Después del confinamiento, crisis lleva a artesanos a las calles

Con la esperanza de que sus ventas mejoren, Jaime Pérez no deja de grabar su talento y a diario sale en busca del sustento familiar

José Guadalupe Pérez | El Heraldo de Tabasco

  · jueves 18 de junio de 2020

Jaime Pérez Estrada lleva 17 años recreando arte en madera. Fotos: Iván Sánchez

Más de 17 años grabando paisajes en mármol, madera y otros materiales avalan el talento y creatividad de cualquier artesano tabasqueño, como Jaime Pérez Estrada.

Aunque con esta situación de emergencia que se vive en todo el país, muchos como él se han visto en la necesidad de llevar sus obras a la vía pública.

Las inmediaciones del mercado público José María Pino Suárez e inclusive el Centro Histórico, han sido su ruta en estos días difíciles, donde la gente que sale apenas tiene tiempo para apreciar el arte, ya que solo salen a realizar compras necesarias para evitar sufrir contagios de Coronavirus.

Aún así, Jaime no pierde la esperanza y sale todos los días con ánimos renovados, llevando entre su catálogo de obras, algunos servilleteros, lapiceros, porta lapiceros, barcos, cabezas olmecas y relojes, todo elaborados y grabados por su mano en arduas horas de trabajo. Muchas de ellas grabadas en troncos de madera.

Por ahora vende en las inmediaciones del mercado público José María Pino Suárez.

Con precios que van desde los 120 a los 200, e incluso 400 pesos, Pérez Estrada ofrece sus creaciones a los transeúntes, aunque reconoce que en los últimos meses la situación ha estado un poco complicada.

“La verdad cada vez se vende menos, hay días en que nos vamos en blanco y no sacamos ni para comer”, asevera mientras muestra parte de sus objetos grabados que tienen calidad para ser exhibidos en cualquier local de artesanías regionales.

Hasta poco antes de la pandemia los objetos que más colocaba durante sus “andanzas” por el Centro Histórico de Villahermosa, eran relojes, servilleteros y portalapiceros.

Aunque en ocasiones las cabezas olmeca se vendían bien, sobre todo en temporada de vacaciones, cuando las personas que vienen procedentes de otros estados buscan este tipo de objetos para llevarlos de recuerdo.

Los precios van desde los 120 a los 200, e incluso 400 pesos.

“Ahora en lo que va de la contingencia, apenas he vendido una cabeza olmeca”, comenta en tono de desaliento.

Como él, decenas de artesanos a pesar de esta situación de pandemia siguen elaborando sus creaciones, aunque cada vez más ven cerrados los mercados y puntos para colocar las artesanías.

Esto debido al cierre de plazas comerciales y de locales dedicados a la venta de este tipo de objetos, aunque se espera que para la próxima semana reinicie la actividad económica con la llamada Nueva Normalidad.