Tras la celebración de la noche de Año Nuevo, ayer las calles y avenidas principales de la ciudad de Villahermosa lucieron prácticamente desiertas, haciéndose evidente el flojo arroyo vehicular.
Lo anterior, mientras las esquinas permanecieron llenas de basura con todo tipo de desperdicios, en donde predominaron, principalmente, los plásticos y desechos de petardos.
Tras un recorrido de este medio de comunicación por algunas arterias de la capital, se pudo constatar tal situación, al encontrar vías prácticamente desoladas y en completo silencio, a comparación de otros días del año en donde predomina el bullicio urbano.
El Centro Histórico de Villahermosa no fue la excepción, pues ahí se halló poco movimiento aun después de las 10:00 horas, cuando las únicas almas que se observaron fueron los trabajadores de tiendas departamentales y de restaurantes que arribaron desde tempranas horas a cumplir con sus labores.
Lo anterior, aunado a que los oficiales de vialidad y agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) también se tomaron en serio su papel decembrino, ya que aunque no hubo altercados o llamados de emergencia mayores, se pudo observar que estuvieron benevolentes con los errores de los conductores en algunas avenidas, aconsejaron a turistas y se mantuvieron al pendiente de las fallas mecánicas que se presentaron en distintos puntos.
En colonias populares como las Gaviotas y las Mangas, por mencionar algunas, las familias estuvieron celebrando pasadas las 10 de la mañana de ayer, con los tradicionales recalentados que no pueden faltar en la cultura tabasqueña.
En esas zonas se pudo observar los residuos de papel periódico proveniente de los petardos y la pirotecnia que fueron detonadas en punto de las 12:00 horas, ya sea por manos de los tabasqueños, o bien, en los tradicionales años viejos.
En los mercados públicos los únicos que se pudieron observar fueron los ciudadanos que para librarse del recalentado acudieron a las fondas a “curarse la cruda” con un buen caldo, a como se acostumbra.
A decir de las encargadas de las fondas, pese a que en las casas hay comida del famoso recalentado, esta es una de las fechas con más repunte pues ante la acelerada ingesta de bebidas embriagantes, los tabasqueños buscan un buen caldo para sobrevivir.
Cabe mencionar, que fue después del mediodía cuando incrementó la movilidad urbana, sin embargo, se mantuvo por debajo del estándar de un martes común.