Desea Iglesia pronta recuperación del Gobernador de Tabasco

El Obispo Gerardo de Jesús Rojas López dijo que han considerado la cremación como la manera más segura y sensata para evitar la propagación del COVID-19

Jesús Manuel Domínguez | El Heraldo de Tabasco 

  · domingo 29 de marzo de 2020

Pidió el jerarca católico a confiar en Dios y seguir las recomendaciones de Salud, para superar la crisis. Foto: Iván Sánchez

“Todos somos vulnerables y todos podemos contraer no sólo el contagio de coronavirus, sino de otros virus”, expresó el Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, tras confirmarse que el gobernador, Adán Augusto López dio positivo a la prueba de COVID-19.

El jerarca católico señaló que espera que el mandatario se recupere pronto y así también cualquier persona que haya tenido contacto con él y que pudiera haber sido contagiado.

En rueda de prensa virtual, el jerarca católico llamó a los tabasqueños a estar tranquilos, confiar en Dios y tomar las medidas preventivas y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Cabe señalar que este domingo en su cuenta de Twitter el mandatario estatal dio conocer que sí está contagiado de la enfermedad, por lo está en aislamiento en su domicilio particular.

De acuerdo Iglesia en cremar cuerpos

Además, se dijo de acuerdo con la incineración de los muertos por coronavirus, como se establece en un acuerdo publicado en el Periódico Oficial el sábado.

“Si es la manera más segura, sensata y buena para que no se propague la enfermedad, entonces es lo mejor proceder de esa manera”, destacó el pastor diocesano de la entidad.

Muertos por coronavirus deberán ser cremados; familiares no podrán verlos, ni hacer funerales en sus casas

El pasado sábado fue publicado en el periódico oficial del estado un acuerdo por el que se expiden los lineamientos, para el manejo seguro, transporte y disposición de cadáveres de personas fallecidas debido a la infección.

Este señala que las personas que mueran por coronavirus en Tabasco deberán ser cremadas 12 horas después del deceso. Sus familiares no podrán ver los cuerpos (que estarán en un ataúd sellado) y tampoco se permitirán velatorios en domicilios particulares.