El desabasto y la inseguridad son los principales factores que afectan los tratamientos de los pacientes con diagnóstico de VIH en el estado.
Actualmente mil 600 pacientes llevan su control en el Centro Ambulatorio de Prevención y Atención en SIDA e ITS (CAPASITS) ubicado en la colonia Casa Blanca, el cual se ve ‘asoleado’ por la delincuencia.
Lorena Castro León, directora de la unidad médica señaló que el año pasado fueron robados medicamentos retrovirales y este año el compresor odontológico fue sustraído por los ‘amantes de lo ajeno’.
“Ya tenemos suficientes medicamentos, -¿Hasta cuándo tienen garantizado? Esa respuesta no te la puedo dar, nosotros tenemos un surtimiento de medicamentos lógicamente en base a una plataforma con nuestras salidas nos mandan. -¿Pero la gente se queja que no hay medicamentos? Hablábamos de la inseguridad y nosotros no podemos resguardar medicamentos para muchos meses precisamente porque ya sufrimos un robo y lo más que resguardo son dos meses de medicamentos”, agregó.
La directiva recientemente planteó a las autoridades de la Secretaría de Salud la posibilidad de cambiar de sede el sitio, dado que el tamaño de la unidad resulta insuficiente para atender toda la demanda.
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“Estamos planteando una ampliación o en su defecto una sustitución que además se cambie a una unidad a lado de un hospital, que en este caso podría ser el Juan Graham Casasús por las características del estado de salud que llegan los pacientes”, explicó.