Como “extraño” calificó el presidente de la Alianza de Familias por Tabasco, Raúl Álvarez que se acuse a los diputados locales de fomentar expresiones de odio contra la comunidad LGBT por dar a conocer sus posturas religiosas en torno las terapias de conversión.
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Y es que, recientemente se promovió una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) contra Jorge Orlando Bracamonte Hernández, Juan Álvarez Carrillo y David Cerino por haber sacado a colación sus creencias al opinar sobre el tema.
Aseveró que seguramente no prosperará esta denuncia porque sería “violar” el derecho a la libre manifestación religiosa que tienen todos los mexicanos, incluidos los legisladores.
Señaló que hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández han declarado públicamente su afinidad con Cristo, por lo que es algo que todos podrían hacer sin problema.
“Me parece extraño que se invoque el llamado crimen de odio para limitar el derecho que tiene un diputado para hablar conforme a sus convicciones éticas, morales y religiosas”, expresó.
Afirmó que sería lamentable que la CEDH resuelve a favor de los colectivos, pues todos deben tener la libertad de hablar de sus creencias.
En torno a la posibilidad de que se apruebe la iniciativa de Movimiento Ciudadano para castigar a quienes obliguen a las personas a someterse a terapias de conversión, señaló que confían en que efectivamente no haya “prisa” por que esto se presente al pleno.
Puntualizó que los padres de familia están listos para ser parte de los foros que se organicen en el Poder Legislativo y dijo esperar que no se busque por la vía legal impedir su participación acusándolos de discriminación hacia la comunidad LGBT.