Luego de prestar sus servicios por más de 20 años en un rancho cacaotero del municipio de Cunduacán, un campesino de más de 60 años fue despedido de manera injusta.
Por ello, este mes de diciembre no recibió ni aguinaldo, ni el pago de las aportaciones que con el grano hacía mes con mes hacia sus patrones.
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Oscar García Ruiz, de 61 años, acudió este martes a las instancias de Conciliación y Arbitraje del estado para solicitar asesoría, ya que se quedó sin trabajo y sin ingreso para pasar la navidad con su familia.
Indicó que por casi 30 años prestó sus servicios en diferentes funciones a una familia cacaotera, y desde hace 20 empezó a trabajar como campesino.
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“Mi trabajo era en un ranchito ubicado en la Piedra segunda Cunduacán, trabajé como obrero 20 años en el rancho”, expresó. Sin embargo, dijo que su patrón original falleció hace 6 meses y sus herederos quisieron deshacerse de sus servicios, y para ello tramaron en su contra.
“Me inventaron estrategias para correrme, difamándome en la comunidad, fueron a decir que en una asociación vendía yo el cacao cuando no era así, yo el grano lo entregué siempre a mi patrón”, indicó.
“Lamentablemente quien fue mi patrón por 20 años murió hace 6 meses, pero ya los nuevos me dieron una patada por atrás”, argumentó. Señaló que tiene testigos de que nunca faltó en sus labores, y en cuanto a sus ingresos eran variables dependiendo de la cosecha y la producción.
“Ganaba un porcentaje en la producción, me daban supuestamente el 70 por ciento, pero cuando llegaron los nuevos todo se acabó, cómo puede ser que dijeran que ahora que el patrón murió vamos a correrlo, y mi trabajo a mi quien me lo va a pagar”, destacó.
Mencionó que debido a ello, esta navidad no tuvo ni aguinaldo ya que no le quieren dar nada a pesar del tiempo de servicio. Reconoció que los demás empleados y obreros sí recibieron sus prestaciones de fin de año. “Sólo fue a mí me que me lamió la vaca”, agregó.
