De albañil a peluquero

Teódulo Morales fue uno de los primeros en Tabasco en ejercer el oficio de cortar cabello

Raquel May Olán

  · viernes 23 de agosto de 2019

Tras aprender este trabajo en su natal Veracruz decidió probar suerte en tierras tabasqueñas y luego de pasar por una serie de peripecias logró en 1983 abrir una estética unisex. /Archivo

Las modas, la igualdad de género, e innovación comercial ha derivado en la evolución de las peluquerías tradicionales a estéticas unisex que se rigen bajo conceptos de vanguardismo, e incluso, las también llamadas barberías, que a como las peluquerías antiguas son exclusivas para caballeros, pero con sellos de estándares modernos.

La referencia más antigua que se tiene sobre la existencia de los cuidados cosméticos en el pelo se remite a Egipto, donde se empezaron a realizar los cambios más significativos en cuanto a la cosmética capilar y posteriormente el surgimiento de las peluquerías, que anteriormente eran exclusivas para el género masculino.

No obstante, la evolución de las modas y la liberación femenina dieron entrada a las estéticas unisex, donde incluso se da mayor prioridad al público femenino.

Teódulfo Morales Hernández fue uno de los primeros peluqueros que ejerció el oficio en Tabasco, aunque su origen es del estado de Veracruz; ahí aprendió la peluquería en 1972, aunque en ese entonces se desempeñaba como peón de albañil.

“Empecé la peluquería en el año de 1972, comencé a aprender, yo primero era peón de albañil desde los 14 años hasta los 18, pero diciendo de familia de peluqueros”, dijo.

Su primo fue quien lo enseñó y le dio un espacio para trabajar en su local, aunque tras aprender probó suerte cortando en comunidades de Veracruz a cambio de 20 centavos.

“Yo cobraba 20 centavos cuando comencé a cortar cabello, primero estuve viendo, porque antes se aprendía viendo, el que quiere, cuando más o menos aprendí agarré mi cajoncito, una silla y me fui a poner un telón en la entrada de una ranchería, ahí comencé a practicar”, expresó.

Años más tarde llegó a Tabasco tras haber fracasado en su intento de ingresar a la industria petrolera en el Estado de Campeche, aunque su arribó a esta entidad no fue fácil pues tuvo que dormir en parques, estaciones de policía o de autobuses, e incluso, en un subterráneo de la colonia Atasta de Serra.

Portando únicamente su herramienta, comenzó a cortar cabello en las casas, entonces -dijo- que el oficio se daba en los domicilios y se cobraba en 25 pesos haciéndose aproximadamente 20 al día, que daba un total de hasta 500 pesos diarios, antes que se devaluara la moneda.

Un señor me dio la idea de cortar el cabello casa por casa, no lo pensé y al siguiente día salí de casa en casa, y si, salía desde las 6 de la mañana en un subterráneo en el parque de Atasta, un año anduve así

Recordó que en ese entonces las peluquerías de renombre eran dos ‘El Fénix’ y ‘El Rizo de Oro’, ambas asentadas en el Centro Histórico de Villahermosa, donde la mecánica “se pagaba por sillón, cada quien tenía una cuota por sillón, hiciera o no hicieras, vinieras o no, en ese tiempo se pagaba 500 pesos diario por sillón”, acotó.

Visualiza esta actividad como algo que no dejará de evolucionar.

Tras trabajar por tres años en El Fénix, tuvo la oportunidad de aperturar su peluquería en el año de 1983, misma que ha ido evolucionando con los años hasta hoy ser una estética unisex atendida por él y sus hijos

Para don Teódulfo este oficio no dejará de evolucionar, pues la moda no se detiene y la vanguardia esta a la vuelta de la esquina, por lo que para continuar en el mercado hay que avanzar junto con el mercado.