En medio de la pandemia por el Coronavirus en Tabasco, proliferan negocios que hacen su agosto en pleno mes de julio con la compra y restauración de colchones, que a la postre venden como nuevos luego de darles una “manita de gato”.

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Esto a sabiendas de que esta práctica antihigiénica puede significar un riesgo de infección, no sólo de enfermedades de la piel, sino incluso de Covid-19, que permanece durante meses en las ropas y camas de las personas que lo han padecido.

El mayor riesgo de esto para las personas de escasos recursos, a quienes se ofrece estos colchones en sus propias colonias y comunidades rurales.

Debido a que los colchones se venden a bajo costo, siempre hay demanda para esta venta ilegal que ya ha tenido algunas víctimas que han denunciado esta situación en redes sociales.

Tal es el caso reciente de una persona, que a través de redes sociales reveló haberse infectado de Covid luego de adquirir a bajo costo un colchón que le fueron a vender hasta su casa.