Después del inicio de la llamada guerra contra la delincuencia organizada emprendida en el 2007 por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, en Tabasco se reportaron 887 homicidios dolosos; la entidad era gobernada por Andrés Granier Melo.
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El número de delito de este tipo pasó a mil 713 en el sexenio del perredista Arturo Nuñez Jimenez; y en el primer sexenio de los morenista Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos, los asesinatos de personas a manos de otra llegaron a 2 mil 438, a pesar de la política nacional de "abrazos, no balazos".
De acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el sexenio de los morenistas Adán Augusto López Hernández y su interino Carlos Manuel Merino Campos cerró como la administración de gobierno más sangrienta en Tabasco. Los homicidios dolosos registrados por el organismo federal entre el 2019 y el cierre del mes de agosto del 2024, llegaron a 2 mil 438, de los cuales, mil 659 fueron provocados por armas de fuego.
A pesar de la política instaurada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador de "abrazos, no balazos", y a pesar del incremento de los programas de apoyos sociales para evitar que los mexicanos fueran cooptados por grupos delincuenciales, en Tabasco no funcionó, o cuando menos es lo que dicen los datos oficiales registrados por el mismo gobierno mexicano.
En el caso de los homicidios dolosos, pasaron de 565 en el 2019 a 234 en el 2023; sin embargo, hasta el mes de agosto del año actual, a cuatro meses de cerrar el año, la cifra de personas asesinadas llega a 449. A pesar de la reducción en los casos registrados en los años intermedios, el sexenio morenista terminó con 2 mil 438 homicidios intencionales.
El repunte de los crímenes coincide con el inicio de cierres de carreteras e incendio de vehículos a finales del 2023, que culminó con la llegada de miles de elementos castrenses a la entidad a principios de año, quienes no lograron evitar que abril de este año se convirtiera en el mes con más asesinatos intencionales, con un registro de 83 homicidios dolosos; es el mes con mayor registro de estos homicidios en todo el sexenio que acaba de terminar.
Así mismo, el Secretariado reporta que de los 2 mil 438 crímenes registrados en ocho meses en la entidad, en mil 650 de ellos se usaron armas de fuego para privar de la vida a otra persona.
Corrió más sangre que con el PRI y el PRD
Los 2 mil 438 crímenes ocurridos en Tabasco entre el 2019 y agosto del 2024, periodo en el que estuvo al frente del estado el primer gobierno morenista a cargo primero de Adán Augusto López Hernández, y después de Carlos Manuel Merino Campos, superan los 887 homicidios dolosos que ocurrieron entre 2007 y 2012, cuando estuvo al frente el priista Andrés Granier Melo, quien gobernó con Felipe Calderón Hinojosa en la presidencia de la república, y que a principios de su administración declaró la guerra al crimen organizado. Cabe mencionar que los datos oficiales no mencionan que alguna de las muertes en el periodo de Granier Melo ocurriera mediante el uso de armas de fuego.
Por su parte, durante los años 2013 al 2018, cuando gobernó el perredista Arturo Núñez Jimenez, los asesinatos intencionales llegaron a mil 713 registros, según los datos publicados por el SESNSP; de estas muertes, en 672 se usaron armas de fuego para terminar con la vida de otra persona.
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A pesar de la estrategia federal de no continuar con la guerra empezada por Felipe Calderon desde el 2019 con la idea de que esto reduciría los delitos en México, en el caso de Tabasco los registros de homicidios dolosos muestran que no ha funcionado, y en el último año reportan un repunte a pesar de que la entidad se ha llenado de militares.