La pobreza no es un delito, se vale pedir, lo que no se vale es la explotación de niños con fines de lucro, expresó el asesor jurídico del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (CODEHUTAB), Efraín Rodríguez León, quien lamentó que en el estado no hay programas de gobierno enfocado a la atender a este grupo vulnerable de la sociedad.
Añadió que la presencia de personas que se encuentran en los cruceros pidiendo limosna es el más puro reflejo de realidad de la crisis económica que vive el estado y que se ha mostrado con mayor énfasis en esta emergencia sanitaria.
Coincidió con la presidenta de Aldea por los Niños, Alejandra Arias Gómez en el sentido de que las instituciones y organismos gubernamentales encargados de proteger a la familia y combatir la pobreza no están haciendo nada para brindar atención a estas personas y evitar que salgan a la calle.
Dijo que si bien se ve a los adultos pedir dinero con sus hijos en brazo en los cruceros, también hay que tomar en cuenta que muchas personas en condiciones de pobreza no tienen dónde dejar a sus hijos y tienen que andarlos trayendo para poder obtener unas monedas.
“Dónde pueden quedar esos niños cuando las mamás tienen que salir a buscar esos recursos para poderlos mantener”, apuntó.
Cabe mencionar que en meses recientes personas adultas utilizan a niños pequeños, -algunos todavía de brazos- para pedir limosna en los principales cruceros de Villahermosa.
Este fenómeno se ha presentado con mayor intensidad durante la pandemia de COVID-19 en los cruceros de la avenida Ruiz Cortines con Pagés Llergo, Paseo Tabasco y avenida periférico Carlos Pellicer donde se puede ver a hombres y mujeres pidiendo dinero con los pequeños entre las filas de vehículos.