De enero a noviembre se presentaron 7 mil 211 denuncias por violencia familiar ante la Fiscalía General del Estado (FGE), lo que significa un crecimiento del 22 por ciento respecto del mismo período de 2020, cuando fueron 5 mil 893. Por lo que este delito representa el 16 por ciento del total de la incidencia delictiva en todo el estado.
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Si bien durante el momento más importante de la pandemia de COVID-19 disminuyeron los delitos que se comenten en el espacio público, creciendo exponencialmente los del espacio privado, expresó la directora de Análisis y Estadística de Observatorio Ciudadano Tabasco, Julia Arrivillaga Hernández.
Sólo en el mes de noviembre la FGE recibió más de 500 carpetas de investigación por este fenómeno que es detonante de otros ilícitos, como el feminicidio. "Lo hemos estado comentando, pero a la fecha no vemos una respuesta del estado para evitar que se siga dando este tipo de violencia", acotó.
Por la naturaleza de los mismos se trata de casos poco denunciados, por lo que se puede suponer que el problema es mucho mayor de lo que arrojan las estadísticas oficiales.
"Es algo que muchas mujeres lo están viviendo y no sabemos las consecuencias. Es importante detenerlo antes de que veamos más feminicidios, lo que sería lamentable", dijo.
De acuerdo con la titular del Instituto Estatal de Mujeres (IEM), en la época decembrina ocurren al menos 60 casos de violencia familiar, psicológica y física o de abuso sexual a menores.
Y es que a fin de año es cuando hay más demandas de atención por parte de mujeres violentadas, a grado tal que el personal de la institución no se da abasto para brindar atención.