Tras la llegada del Día de Reyes, muchos pequeños que se portaron bien, lograron que sus cartas llegaran a su destino, mientras que otros, a pesar de haberse portado excelente, sus peticiones se perdieron en el camino.
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Mediante un recorrido realizado por las calles de la ciudad de Villahermosa, se lograron detectar a muchos ‘Reyes’ que llevaron a pasear o a desayunar a los pequeños, o inclusive, que aún llegaban a las casas llevando algún detallito enviado por Melchor, Gaspar y Baltazar.
En el parque Tomás Garrido, decenas de padres de familia se dieron cita con sus pequeños para jugar con sus bicicletas, patinetas y juguetes.
Sin embargo, en contraste, hubo una cierta cantidad de niños que sólo se divertían viendo a lo lejos a los que sí pudieron recibir sus obsequios. Y es que para muchos Reyes Magos, la crisis económica que atraviesa la entidad, hizo que fuera imposible cumplir con los regalos que los menores anhelaban.
Al igual, el día de festejo e ilusión infantil se quedó en un día más, al salir a buscar el sustento diario en las calles, tal como se da en algunos cruceros de la ciudad, donde los niños aprovechan cada semáforo en rojo para intentar limpiar los parabrisas a cambio de unas monedas y comprar algo de comida.
Otro caso similar donde la festividad pasa desapercibida, es en los niños que diariamente recorren las calles de la ciudad vendiendo dulces, ya que ellos a pesar de que dicen saber de la existencia de los personajes, el día para ellos es sólo un día más de trabajo.