Don Feliciano Pérez Hernández desde hace tres años encontró en el estacionamiento del Parque “Tomás Garrido Canabal”, una forma de ganarse la vida; es cuidador de los autos que ahí dejan las familias que visitan este centro recreativo, sin embargo, se ha tenido que arriesgar y enfrentar a los “amantes de lo ajeno”.
Para defender las pertenencias de quienes le confían sus coches, diseñó un garrote con un hilo como tipo macana, porque jóvenes buscan aprovechar que las familias recorren por varias horas el parque para vandalizar los automóviles y robar las pertenencias.
“Ya me tocó en dos ocasiones enfrentarme con los delincuentes por los carros, me peleé con jóvenes drogados que intentaban llevarse cosas de un auto de unos clientes”, compartió con El Heraldo de Tabasco.