A finales del mes de julio de 2022, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó un derrame de hidrocarburo en el río Platanar, que tiene conexión con el Grijalva, mismo que atraviesa buena parte del estado de Tabasco, y de donde obtienen el agua diversas plantas potabilizadoras que solo pararon unos días para luego reanudar actividad sin conocer si el agua era apta para consumo humano.
De acuerdo a los resultados de estudios realizados a solicitud de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), existe presencia de hidrocarburo con altos niveles de toxicidad para organismos acuáticos; a pesar de esto, el agua se envió a las casas de los tabasqueños.
Información de la Comisión Nacional del Agua, Conagua, obtenida vía transparencia por El Heraldo de Tabasco, muestra los resultados de los análisis del agua y sedimento del sitio donde ocurrió el derrame de petróleo crudo, y en diversos sitios del rio Grijalva a su paso por Tabasco, los cuales fueron realizados por un laboratorio particular avalado por la Entidad Mexicana de Acreditación para llevar a cabo estos estudios de laboratorio.
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Los documentos entregados por la Conagua registran el 29 de julio del presente año como la fecha de recolección de las muestras, y el 20 de septiembre como el día en que obtuvieron los resultados de los análisis. Es decir que durante más de un mes y medio, se desconoció el grado de contaminación por hidrocarburo de las aguas del rio Mezcalapa, y que llega a Villahermosa con el nombre de Carrizal.
A pesar de esto, la autoridad estatal sólo detuvo el funcionamiento de algunas plantas potabilizadoras que se alimentan de las aguas del río durante algunas horas, reanudando el servicio posteriormente.
Los resultados de los análisis realizados a solicitud de la dependencia federal muestran la presencia de hidrocarburo en su fracción pesada y media, así como toxicidad para organismos acuáticos.
La mayor presencia se registra en el sedimento del sitio donde ocurrió el derrame en el vecino estado de Chiapas; sin embargo, también se encuentra la presencia de hidrocarburo en las aguas que corren por la zona de San Manuel, La isla y el Mango, mismas que ingresaron a las plantas potabilizadoras para ser cloradas y después enviadas con estas concentraciones de petróleo a las casas de miles de tabasqueños.
A pesar de solicitarle a la Secretaria de Salud del estado de Tabasco, a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, a Pemex y a la propia Agencia de Seguridad Especializada en materia de hidrocarburo, los estudios que demostraran que las aguas del rio Grijalva eran seguras para su entrada a las plantas potabilizadoras, todas refirieron que era la Conagua la responsable de realizar dichos estudios, mismos que hoy demuestran que los tabasqueños ingirieron agua enriquecida con hidrocarburo por algún tiempo.