La festividad de la Inmaculada Concepción, conmemorada cada 8 de diciembre, es una de las 13 celebraciones marianas más destacadas en la Iglesia Católica. En Villahermosa, Tabasco, las conmemoraciones adquieren un matiz especial con diversas actividades religiosas que tienen lugar en varias iglesias del estado, siendo la parroquia de la Inmaculada Concepción, conocida como La Conchita, una de las más importantes de Villahermosa.
Este año a la celebración mariana de esta iglesia se le dedicó un programa de nueve días, que inició desde el 30 de noviembre que comenzaron con la entronización de la Virgen María en esa casa parroquial. El programa contempló una visita diaria a las parroquias, en esta ocasión los visitaron los hermanos del Seminario Menor y Seminario Mayor.
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Las celebraciones anuales en honor a la Inmaculada Concepción en su día, es decir los días 8 de diciembre suelen iniciar todos los años a las 5:30 de la madrugada con las tradicionales mañanitas, seguidas por un rosario de aurora a las 6:00 horas, pero en este 2023, esta actividad comenzó desde el 7 de diciembre cuando se llevó a cabo una participación de artistas tabasqueños que ofrecieron una serenata a la Virgen Inmaculada, además de una misa en su honor.
Este año, en 2023, el Consejo Parroquial y los coordinadores de grupos fueron los encargados de organizar estas actividades. La culminación de los festejos se llevará a cabo con una misa de clausura a las 19:00 horas, que será oficiada por el Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López.
¿Por qué se Celebra?
Ahondando en el motivo detrás de esta festividad, el Concilio de Trento, entre 1545 y 1563, estableció días de veneración a la Virgen María, incluyendo el 8 de diciembre como la Inmaculada Concepción.
El dogma católico que apuntala estas celebraciones se centra en la creencia de que María fue concebida sin pecado original, un evento que se conmemora exactamente 9 meses antes de su natividad, el 8 de septiembre. Contrariamente a la creencia común, la festividad no se refiere a la concepción de Cristo, sino a la pureza de María.
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La base evangélica para esta creencia se encuentra en el saludo del ángel, quien la llama "llena de gracia", indicando su pureza. Este dogma, aunque fue declarado oficialmente por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, ya tenía una profunda devoción en España, donde fue nombrada patrona del imperio español.
La corona española se comprometió a defender y celebrar la Pura y Limpia Concepción en todo su territorio, por lo tanto la celebración también se realiza en todas las colonias novohispanas, entre ellas en México, tras la invasión europea, consolidando así la conquista espiritual y renovando la importancia de esta festividad en la tradición católica.
" La Conchita" o iglesia de Inmaculada Concepción
Este templo, catalogado como Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, destaca por su estilo neogótico que perdura a lo largo del tiempo.
El templo de la Concepción, cariñosamente conocido como "La Conchita" por los tabasqueños, ha experimentado múltiples reconstrucciones a lo largo de su historia tumultuosa. Inicialmente construido con techumbre de paja, evolucionó de ser una modesta iglesia de ladrillo y teja a convertirse en una fortificación utilizada por las tropas mexicanas durante las invasiones norteamericana y francesa.
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A lo largo de los años, este venerable edificio ha enfrentado desafíos significativos. En 1910, una reconstrucción buscó mejorar su diseño, pero esta renovación fue efímera. Durante la gestión de Garrido Canabal en 1931, el templo sufrió daños parciales y solo tres de sus muros resistieron. No obstante, en 1938 se inició una nueva fase de reconstrucción que culminó en 1945, otorgándole la imponente fisonomía gótica que exhibe en la actualidad.
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El interior del templo, en marcado contraste con su llamativa apariencia exterior, se presenta con discreción en tonos blancos. En su modesta belleza, alberga algunas imágenes significativas y un altar al fondo. Este testimonio arquitectónico no solo encarna la devoción religiosa, sino también la tenacidad y resiliencia de la comunidad que, a pesar de los desafíos, ha logrado preservar este emblemático lugar de culto.