Son un considerable número de sujetos que a bordo de camionetas de carga circulan en puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en las colonias que se inundaron, todos, en busca de la compra de el colchón; ese que se fue al agua.
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La charla con uno de estos compradores es breve pero significativa; indica los costos por tipo de colchón a vender y comprar, pero además, de la adjudicación de un equipo como refrigeradores, lavadoras o climas.
El comentario a la pregunta de la adquisición, es que a lo largo de una semana, son muchísimas las compras; colchones que para sus dueños ya son inservibles; que hay "abasto", decenas de unidades de las que muchos, están, intactos… enteritos; las ventas, en un futuro no muy lejano, serán muy buenas.
Estos compradores, omitieron la forma en que se lleva a cabo el reciclaje para nueva comercialización; de quién realiza la “reparación” y a donde se distribuye para nueva venta; sobre la “pudrición” a “futuro” de la misma, no pudieron decir nada; “el sol, los secará...".
La compra del colchón, es barata; simplemente se pagan por un individual, 15 pesos; por el matrimonial, 20 y por el King Size, 30, no más, pero con el condicionante -aparte- de que la pieza , no esté muy mojada; completamente sometido por el agua, no se compra.
Sobre los otros artículos como las lavadoras, refrigeradores, climas, por eso, se hacen pagos de a dos pesos el kilo; no más de 50 pesos el pago por estos muebles.
El comentario final es precisamente sobre el posible fraude por la venta de estos colchones que se compran, evidentemente para ser reciclados y vendidos, desconociéndose si durante el proceso de “mantenimiento” se logra desinfectarlo.
Por 20 o 30 pesos, ahí, el posible foco de infección… A futuro.