Clausuran relleno de vaso regulador

Tras la denuncia publicada en este matutino, fueron colocados los sellos de clausura.

Raquel May Olán

  · viernes 21 de junio de 2019

Vecinos denunciaron en días pasados el relleno del vaso regulador con material tóxico. /Javier Chávez

El Ayuntamiento de Centro clausuró el pasado miércoles por la mañana los rellenos de recorte de perforación en la ranchería Anacleto Canabal 1ra sección, que fueron denunciados por habitantes de dicha demarcación a principios de la semana.

Y es que tras la denuncia publicada por este matutino, en la que señala que el único vaso regulador de la zona fue rellenado con material tóxico, las autoridades del municipio emprendieron una revisión que derivó en la clausura de los trabajos.

Ante ello, fueron colocados sellos de clausura en los accesos principales, en tanto, por el momento no se observa ningún tipo de movilización al interior del predio de 3.5 hectáreas, propiedad de Fernando Palomera Yabur.

Cómo se recordará, fue el pasado martes cuando habitantes de Anacleto Canabal denunciaron este hecho en las oficinas del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab), donde refirieron que son más de 5 mil habitantes de la citada demarcación los que sufrían serías afectaciones a la salud y el patrimonio, tras el relleno con material de recorte de perforación de un vaso regulador que estaba realizando la empresa Bieeco.

Indicaron que fue desde el pasado mes de agosto cuando se comenzó este relleno, y aunque desde entonces hicieron las denuncias correspondientes ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Energía, Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam), hasta el momento no habían obtenido respuesta, sino hasta el pasado miércoles, aunque no por autoridades ambientales, sino por las municipales.

María del Carmen Contreras Rivera, delegada municipal de la ranchería Anacleto Canabal, ventiló en rueda de prensa que con dicho relleno fueron víctimas de afectaciones a la salud, con la aparición de padecimientos como dolor de cabeza, infecciones estomacales y hasta casos de ronchas en la piel; aunado a la perdida de enseres domésticos derivado de las inundaciones de aguas pestilentes que han tenido con las recientes lluvias, pues el único vaso regulador de la zona, fue rellenado.

“Hay mucho dolor de cabeza, diarrea, por ahí hay una niña estaba con ronchas en la piel, y tenemos ahí un centro de salud donde no hay consulta”, delineó.

Finalmente, los habitantes se dijeron esperanzados de que la clausura sea permanente, de lo contrario, tendrían que volver a tocar las puertas de las autoridades competentes, e incluso, realizar manifestaciones públicas de protesta.