Ni el coronavirus ha detenido a la delincuencia en Ocuiltzapotlán, y uno de los lugares que ha sido blanco de la inseguridad es su centro de salud. Lugar que ya fue robado cuatro veces en estos meses de pandemia.
Quienes laboran en este sitio revelan que debido a esta situación no tienen todo lo necesario para dar una adecuada atención, la cual hoy más que nunca por la crisis sanitaria urge.
Una persona que labora en este lugar nos dice: “La primera vez que delincuentes se metieron fue en marzo, en aquella ocasión se llevaron climas, posteriormente volvieron para llevarse otro clima. Luego regresaron para llevarse sillas plegables".
Los empleados del centro de salud con cierto desamino cuentan que ahora fueron robados termómetros y caretas, entre otras cosas: “Bueno hasta los lapiceros se llevaron y de los consultorios termómetros”.
Además los maleantes cargaron con la bomba de agua y cables de energía eléctrica, lo que hace prácticamente imposible dar consulta, pues la delincuencia ha dejado sin nada este lugar.
Debido a la falta de energía eléctrica las vacunas para los menores y las que aplicarían a perros y gatos se echaron a perder:
las vacunas todas se echaron a perder, tanto las que íbamos a aplicar a niños, y las que usaríamos en la campaña antirrábica para perros y gatos
Pese a esta situación, acusan que la Secretaría de Salud no ha hecho nada para apoyarlos, este problema afecta a 20 mil personas aproximadamente, pues es el número de ciudadanos que atienden en este lugar. “las personas que atendemos pueden llegar a 20 mil, ya que el centro de Salud de Las Rosas se derrumbó y nosotros atendemos a personas que iban a ese lugar”.
Finalmente, exigen que las autoridades tomen cartas en este asunto, situación que está afectando a la población de esta zona, al no recibir una adecuada atención médica no por los trabajadores de la salud, sino por la delincuencia.