El tema de las terapias de conversión ha causado revuelo en la sociedad tabasqueña a raíz de una iniciativa presentada ante el Congreso del Estado por la diputada local Casilda Ruíz Agustín.
Grupos profamilia se han manifestado en contra de la propuesta, por considerar que los papás son quienes tienen el derecho de educar a sus hijos.
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Una de sus principales inquietudes era que en un primer momento, la iniciativa incluía quitar la patria potestad a los padres que los sometieran a esta práctica.
Sin embargo, la propia legisladora de Movimiento Ciudadano aclaró que esta fue modificada y se retiró ese punto del documento.
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En su exposición de motivos, la presidenta de la fracción parlamentaria del partido naranja, señala que uno de los problemas más importantes que enfrenta la comunidad LGBTTTI en México y en nuestro estado, son las llamadas terapias de conversión o también conocidas como Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG).
Estos supuestos tratamientos tienen como finalidad transformar a una persona no heterosexual en una persona heterosexual, y a una persona trans o de género diverso en una persona cisgénero (una persona cuya identidad de género corresponde a su sexo registrado) y consisten en tratamientos psiquiátricos, psicológicos o muchas veces hasta espirituales.
La orientación sexual no es una enfermedad psicológica: OMS
Tratando con ello la orientación sexual como si fuera una enfermedad psicológica, algo que la Organización Mundial de la Salud, descartó en 1990, estableciendo que la homosexualidad no es una enfermedad ni un desorden genético; de igual manera, retiró la incongruencia de género y la transexualidad de la clasificación de las enfermedades mentales.
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Lo anterior para evitar que aquellas personas que realizan este tipo de tratamientos, carezcan de justificaciones al tratar de cambiar la orientación sexual de individuos, lo que supone actos de agresión, discriminación y violencia.
Además, en el Senado ya se busca prohibir este tipo tratamientos, pero por falta de consenso, el dictamen avalado hace dos años en comisiones está en la congeladora.
La orientación sexual no puede cambiarse a voluntad: APA
La American Psychological Association (APA) ha señalado que la mayoría de los científicos en la actualidad acuerdan que la orientación sexual es más probablemente el resultado de una interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y del entorno. No se trata pues, de una elección humana y por lo tanto no puede cambiarse voluntariamente.
La APA señala que las llamadas terapias de conversión provienen de organizaciones con una perspectiva ideológica que condena la homosexualidad, no se realizan en un entorno profesionalmente neutral y por lo tanto los resultados que arrojan están colmados de prejuicios sociales.
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Por ello, destaca la emecista, resulta indispensable prohibir dichas “terapias de conversión” o “terapias curativas”, pues como lo ha señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, son contrarias a la ética, carecen de fundamento científico, son ineficaces y podrían constituir una forma de tortura.
Esto, porque los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género, pueden constituirse como tratos crueles, inhumanos y degradantes e incluso hasta tortura.
Tales como la privación de la libertad, violaciones correctivas, electroshocks o la violencia psicológica, moral y económica, además que resulta discriminatorio negar, obstaculizar o impedir la libre expresión de la orientación sexual e identidad de género de las personas.
Terapias de conversión consisten en torturas: Dayana Arias
En eso coincide la delegada de la Agenda LGBT en Tabasco, Dayana Arias Torres, quien señaló que “éstas consisten en torturas", por lo que debe penalizarse a quienes lleven a cabo esta práctica.
"Es un enorme avance que se haya subido la iniciativa para tipificar las ECOSIG, que son estos esfuerzos para cambiar o corregir la orientación sexual o identidad de género de alguna persona", remarcó.
Por lo que esta iniciativa propone prohibir y sancionar cualquier práctica que promueva o se imparta, a fin de corregir la orientación sexual e identidad de género de las personas, por considerarse un atentado al derecho de la libre desarrollo de la personalidad.
Se contempla una sanción de de dos a cinco años de prisión y hasta trescientos días multa al que promueva, ofrezca, imparta, aplique, obligue, induzca o someta a tratamiento, terapia o cualquier tipo de servicio que pretenda cambiar la orientación sexual y/o identidad de género de una persona.
Obligan a asistir a terapias de conversión al 13.9% de personas por su orientación sexual
No obstante, para el presidente de la Alianza de Familias por Tabasco, Raúl Álvarez Constantino esta ley impide a los papás poder ayudar a los hijos o alguna persona a poder decidir sobre su identidad u orientación sexual.
Esto, con base en el conocimiento científico, en la biología y convicción religiosa o moral. "El problema de esa iniciativa es que no especifica qué es una terapia de conversión", abundó.
En México de las personas que se identifican como transexual, transgénero o con una identidad de género diversa, el 13.9% fue obligado a asistir con médicos, psicólogos, autoridades religiosas o instituciones para que “corrigieran” su comportamiento.
Lo anterior según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y dada a conocer recientemente.