Del 2016 al 2023 se han presentado 211 quejas por tortura ante la Comisión Estatal para los Derechos Humanos (CEDH). Después de una baja en 2020 con 2 quejas, para el año 2022 el número de quejosos por este delito llegó a 36 y al primer semestre del 2023 ya se contabilizan 15 casos de tortura en la entidad.
De acuerdo con el informe entregado por la CEDH a El Heraldo de Tabasco vía transparencia, después de que, en el 2016, un total de 44 personas se presentaron ante el organismo defensor de los derechos humanos para denunciar actos de tortura en contra de ellos, en 2017 y 2018, las quejas presentadas por este delito empezaron a bajar, llegando a 22 quejas en el 2019.
Para el 2020, la Comisión estatal reporta sólo dos quejas por esta violación a los derechos humanos. Es el número de casos más bajo reportado en los últimos ocho años, mismos que ocurrieron en el año en que el mundo se paralizó por la pandemia del Covid-19.
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Sin embargo, en el 2021 los casos de tortura en la entidad empezaron a repuntar, cuando la CEDH señala que recibió 17 quejas; y en 2022 los casos llegaron a 36, siendo ésta la cifra más alta de quejas recibidas en la actual administración de gobierno, por el delito de tortura.
Así mismo, el organismo especializado en derechos humanos señala en el reporte entregado a esta casa editorial que al cierre del primer semestre del año actual, los quejosos que se han acercado para buscar su intervención antes actos de tortura llegan a 15.
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El organismo representado por José Antonio Morales Notario, también señala que, de las 211 quejas recibidas en los últimos 8 años, 161 se han concluido y los 50 restantes se encuentran en trámite.
A pesar de haberse solicitado el sentido de las resoluciones, el organismo estatal señala que ante lo obsoleto que resultan sus programas informáticos de captura de quejas, no les es posible añadir más información de la proporcionada.
De acuerdo al artículo 24 de la Ley general para prevenir, investigar y sancionar la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, comete el delito de tortura el Servidor Público que cause dolor o sufrimiento físico o psíquico a una persona, con el fin de obtener información o una confesión, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medio de coacción, como medida preventiva, o por razones basadas en discriminación, o con cualquier otro fin, y es un delito que también puede ser cometido por particulares.