Son más de 20 los días en que esta familia Tabasqueña ha sido cobijada y protegida por “El Tata”; ese monumento a Tabscoob erigido a la salida de la ciudad. Como si esto no fuera suficiente la entrevistada comentó que ayer llegó la casera de donde rentan y les advirtió quiere quedarse con el apoyo que van a dar por medio de la Secretaría de Bienestar.
La mujer comenta a este medio de comunicación que ayer se presentó la casera y les comento que ella se quiere quedar con el recurso: “hago un llamado a las autoridades pues ayer vino la señora de la casa, la casera, y prácticamente ella se quiere quedar con el apoyo que a nosotros nos pertenece, porque las cosas que se echaron a perder son mías no de ella entonces hago un llamado a las autoridades, nosotros somos inquilinos. No se vale, nosotros tenemos necesidades igual y la verdad si da coraje es una molestia. Cómo es posible que el dueño, la dueña, venga aquí para quedarse con el apoyo. La señora se basa por que dice que tiene una credencial de ese domicilio, pero le digo que no se vale por que nosotros tenemos más necesidades que ella. Ella vive en una casa de dos plantas, ella no se fue al agua”.
Cabe recordar que las inundaciones en la zona de Gaviotas Sur, en la zona de Coquitos sacó de su humilde vivienda a la familia De la Cruz López. Hoy están instalados a los pies de este monumento sobreviviendo a todo a la interperie, soportando vientos, lluvias, sol, mosquitos y hambre.
La señora Anabella López indica que duermen a como se pueda; mientras uno lo intenta, el otro vigila; tres son sus menores hijos que le acompañan y su esposo, don Mauricio Cruz Rodríguez, un humilde conductor de pochimóvil.
Cuestionada sobre su estancia, acusó que unas personas del gobierno les pidieron se retiraran, que llegaría un huracán, que vendrían lluvias, que no había condiciones para que estuvieran en el lugar. “Solo pude decirles que si a dónde iríamos, a donde nos instalaríamos, no hay otro lugar a donde ir y finalmente, nos quedamos”, expuso.
Comemos lo que se pueda -abunda doña Belli, a como sus hijos le llaman-, entre todos nos dedicamos a caminar en puntos de la ciudad para recolectar botellas, las lavamos y luego vendemos a un distribuidor de líquidos diversos de petróleo, de cloro, sanitizantes, entre otros.
Se agradece -dijo- el apoyo que nos brinda la gente, esa que al vernos retorna y nos da un alimento, una comida, una bebida y es tremendamente lamentable el que autoridades de gobierno no se acuerden de nosotros aún y cuando somos por todos vistos, precisamente por donde nos encontramos albergados, por el “tata”, en el monumento a Tabscoob, ese de quien dicen fue un cacique mayor de Potonchán que tuvo el primer encuentro con los españoles, y de cuyo nombre se derivó el de la entidad, hoy mi Papá Tabcoob, concluyó.