A duras penas es como se mantiene en operación la Casa del Agua, ubicada en la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla. Esto debido a que tras permanecer cerrada por más de 18 meses a causa de la pandemia generada por el Covid-19, apenas está reiniciando operaciones.
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Sin embargo, únicamente se encuentra abierta al público los fines de semana debido a las dificultades financieras que implica su funcionamiento.
Así lo dio a conocer la coordinadora de educación ambiental, Sandra Gabriela González Moreno, quien agregó que no abren toda la semana, debido a que no cuentan con recursos para pagar al personal, que tuvo que ser liquidado por la pandemia, y actualmente las guías de turistas acuden de manera voluntaria.
“Se liquidó al personal hace cinco meses porque no teníamos manera de pagar, quienes nos apoyan ahora son voluntarios. Lo que se recauda es para comprar las tablas para los senderos que cuestan caro, se está colocando pucté para que duren. Los donativos que teníamos de Pemex y otras empresas se usaban para el mantenimiento, el pago de personal”, afirmó.
Ante esta situación, han solicitado el apoyo del Gobierno del Estado, aunque debido a la reorientación de recursos para atender la pandemia no se ha podido concretar el apoyo para mantener su operatividad.
Por ello, están operando con dificultades financieras, y la aportación que realizan los visitantes de 40 pesos por el ingreso a la Casa del Agua, se utiliza para mantenimiento del lugar, ubicado en uno de los humedales más importantes de América Latina.
Explicó que la casa del agua está construida a base de palafitos, en una superficie de 11 hectáreas a orillas del Grijalva-Usumacinta, donde se puede apreciar una biodiversidad local, como vegetación acuática, aves, tortugas, cocodrilos, monos y otras especies.
Asimismo, cuenta con salas de apoyo didáctico donde se abordan temas relacionados con las áreas naturales protegidas, humedales, el cambio climático y la diversidad de especies.