Debido a la falta de mantenimiento de la infraestructura urbana, algunas zonas peatonales del bulevar Adolfo Ruiz Cortines se encuentran en pésimo estado.
Tal es el caso de la tradicional parada conocida como “el 20-20”, que se encuentra intransitable, pese a ser de las más concurridas en la capital tabasqueña.
Situada justo en Ruiz Cortines, casi esquina con la avenida Francisco I. Madero, el 20-20 tomó su nombre a fuerza de costumbre por el hecho de que en esa zona durante muchos años operó un negocio en esa zona, primero con el giro de venta de refacciones y posteriormente fue un taller automotriz.
Durante muchos años fue una referencia importante para el servicio de transporte en todas sus modalidades, al grado de que al instalarse ahí una parada de transporte urbano, fue común empezarla a llamarla así, aunque en la actualidad más que parada es una zona comercial, ubicándose diversas negociaciones como una tienda de conveniencia, una zapatería, una farmacia e incluso un local de venta de artículos de plástico.
Por ello, todavía es de las más frecuentadas, ya que la gente que usa el transporte urbano y el suburbano suele bajarse ahí para trasladarse a pie, tanto al antiguo mercado público José María Pino Suárez, a la Casa Blanca e incluso a la Zona Luz por la calle Madero.
Es así que a diario cientos de personas se ven en la necesidad de transitar por ese sitio, que debido a la falta de mantenimiento así como a las constantes lluvias se encuentra, prácticamente, en ruinas.
Con huecos que más que baches parecen auténticas zanjas, y charcos que más bien semejan lagunas, algunas incluso de aguas negras, estos problemas son el pan de cada día de los transeúntes, que además se ven en la necesidad de "torear" el tránsito de vehicular, que siempre es pesado.
Esto obliga a la gente a caminar algunos metros en plena calle, exponiéndose a ser golpeada por los vehículos, muchos de ellos pesados que a cualquier hora registran una gran afluencia.
Por varios metros, la banqueta luce hecha pedazos, mientras que en otros tramos son utilizados como cajones de estacionamiento por los negocios que ahí operan.
Ni la presencia constante de agentes de Tránsito logra poner orden en esa zona, ya que como se ha dicho, la costumbre hizo de esta parada un corredor natural del transeúnte que busca la mejor y la más corta ruta para llegar a su destino.