Auténticos cráteres, algunos de ellos que ya están por cumplir un año, son el pan de cada día de los automovilistas que transitan por la popular colonia Atasta de Serra, en donde a pesar de los esfuerzos de los vecinos por colocar señalamientos rudimentarios en las calles, las unidades siguen sufriendo daños al pasar por algunas zonas.
Dos de las calles más afectadas por este tipo de baches y huecos son Abasolo y Francisco I. Madero, por las que a diario transitan cientos de unidades dado que son utilizadas como vías alternas hacia Tamulté y hacia la avenida Adolfo Ruiz Cortines.
En el caso de la calle Madero, recientemente se registró un hundimiento que no ha sido atendido por las autoridades correspondientes. Para remediar esta situación, los vecinos colocaron un palo y ramas en ese sitio para evitar el paso de las unidades, aunque reconocen que ya varios vehículos se han visto afectados en sus neumáticos sobre todo en las noches por la falta de visibilidad.
El cráter tiene más de medio metro de diámetro y una profundidad considerable, por lo que representa un riesgo para las personas, ya que por el peso constante el pavimento se sigue deteriorando y puede inclusive, provocar que alguna persona caiga en ese hueco.
Mientras que en la calle Abasolo, se tienen detectados al menos 10 baches, tres de los cuales se localizan casi a la salida a Ruiz Cortines, que abarcan todo lo ancho de la vía de comunicación, por lo que estos huecos son ya unos charcos por las lluvias recientes.
De este modo, resulta un martirio tanto para los habitantes como para los automovilistas, además de que en uno de los casos los colonos refieren que el bache ya está por cumplir el año y, hasta el momento, ninguna autoridad se ha hecho responsable de su reparación.