¡Ayuda a Alejandrito a combatir el tumor de su garganta!

Alejandro es un pequeño de 4 años de edad, que a los seis meses de nacido sufrió una caída, tras lo cual comenzó a mostrar un crecimiento inusual en su rostro; su lengua se le “botó”, y aunque los médicos de inicio le habían diagnosticaron paperas, el problema parecía ser más grave.

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En entrevista exclusiva para El Heraldo de Tabasco, la madre del pequeño, Candelaria Rodríguez Tosca, nos compartió el calvario que ha vivido a causa de la enfermedad de su hijo, que requiere de un medicamento costoso, el cual le ha sido negado por parte del DIF Tabasco.

El niño tiene un mieloma lingual que es un tipo de tumor benigno, que de no atenderlo puede convertirse en mortal por la obstrucción de las vías respiratorias a causa del acumulamiento de líquido en la zona.

Un problema genético

De acuerdo a lo que nos platica Candelaria, la enfermedad de su hijo es un problema genético “que tarde o temprano iba a pasar, pero como se cayó a los seis meses, fue a raíz de esa caída que se le desarrolló”.

La cara del niño seguía aumentado de volumen; estuvo hospitalizado durante un mes en el Centro Médico Nacional Siglo XXI por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social; sin embargo durante ese tiempo no le hicieron nada; y al continuar almacenando líquido en su rostro, después de seis meses de estar viajando optaron por intervenirlo quirúrgicamente.

“Los doctores no decían lo que realmente tenía; ellos decían que tenia papera, pero le crecía su carita; a los seis meses ya se le reflejó en su lengua que se le botó para afuera, ya no se le podía meter, pues igual a raíz de una caída que tuvo, le fue aumentando el volumen de su cara y todo”, señaló la madre.

A los seis meses de viajar, los doctores le dijeron que el pequeño tenía demasiado líquido y era necesario operarlo para hacerle una vía aérea y colocarle una traqueotomía para que pudiera respirar. Sin embargo, el IMSS no daba un diagnóstico certero.

Fue necesario internarlo en una clínica particular: el Hospital La Ceiba; la mejilla derecha se le infectó, lo que ocasionó que tuviera que ser operado de emergencia, ya que existía el riesgo de que se ahogara.

Fue hasta ese momento en que Candelaria se enteró que el pequeño Alex tenía un tumor en la garganta. Un mieloma lingual, según lo diagnosticó un especialista, mismo que no es maligno, pero que crece el volumen de la zona del cuerpo en que se forme.

A partir de ese momento comenzó el ir y venir para Candelaria y Alex: “hemos estado luchando con él, llevandolo al doctor, donde lo lo puncionan, le sacan ese líquido, pero el problema de su lengua sigue; ya teníamos todo listo para irnos a México donde le iban a quitar el exceso de lengua, y ya no pudimos llegar por la pandemia”.

En ese periodo, el padre del niño, quien era empleado en una gasolinera de Villahermosa, se quedó sin trabajo luego de resultar contagiado de Covid-19 y tardar en recuperarse, por lo que perdió el Seguro Social. Tambien Alejandrito y su mamá resultaron contagiados, recuperándose satisfactoriamente.

Poco después, el niño se volvió a poner grave, ya que se le infectó la traqueotomía, por lo que fue llevado de emergencia al Hospital del Niño, en donde les abrieron las puertas y recibió la atención que en ese momento requería.

En el nosocomio, el doctor les explicó que el menor debía tener un expediente, ya que era necesario que llevar aun proceso de cambio de cánula mes con mes para evitar que se le infectara. “Ahí me abrieron expediente y todo, y le volvieron a hacer los estudios bien, porque le volvió a crecer el volumen de la cara; cada vez le crecía, y ya fue que un doctor de ahí lo vio por primera vez y nos dijo que sí que era mieloma lingual”.

El problema de esta enfermedad, es que la única forma de atacar el tumor es con la aplicación de un medicamento especializado de alto costo, o de lo contrario el menor no avanza en su recuperación.

Sin ingresos seguros, pide apoyo para medicamento

Convertida por ahora en el sostén de su hogar, Candelaria se dedica a las labores del hogar y se apoya económicamente realizando trabajos de costura; estudió una carrera técnica de corte y confección industrial; su esposo se mantiene desempleado, ya que aunque ha metido solicitudes de empleo, no lo han hablado; sólo realiza una pequeña venta de frutas y verduras en su domicilio. Además de que tienen que cubrir una renta mensual, aunado a los gastos médicos que la enfermedad de su niño les implica.

Para combatir el tumor y que deje de representar un riesgo para Alejandrito por la acumulación de líquido en su mejilla, se necesita adquirir mensualmente el medicamento conocido como Sirolimus, cuyo costo es de 10 mil pesos cada tratamiento, debiendo aplicarse uno por mes; sin él, el problema prevalecerá, advierten los médicos.

En diciembre del año pasado el médico intervino al niño tres veces para extraerle el líquido de su mejilla; le quemó el exceso de lengua y lo puncionó, al grado que el rostro del pequeño quedó fatal. Fue ahí donde el doctor le mandó el citado medicamento.

Ante esta situación y dada su difícil situación económica, por consejo del médico que atiende a Alejandrito en el Hospital del Niño, Candelaria ha recurrido al DIF Tabasco a solicitar el apoyo con el medicamento, topándose con muchas trabas. El argumento: la falta del presupuesto.

“El doctor me hizo un resumen médico; lleve la receta médica (al DIF), me dijeron que tenian que hacerme el estudio socioeconómico, me hicieron todo lo requerido. Entonces resulta que no me dan el medicamento; voy en enero y me dicen que no hay presupuesto, luego en febrero no hay presupuesto.

Por ello, al ver a mi hijo tan mal, me dijo el doctor que mi hijo no va a avanzar mientras no le pongamos el medicamento, porque eso es como una quimio que va a ir quemando por dentro el tumor; le puede regresar el problema”, señaló la madre.

Dijo que a como pudo y con apoyo de los hermanos de la iglesia y otras personas, además de la venta de los pocos trabajos de costura que realiza de forma particular, pudo recaudar para comprarle por tres meses el medicamento.

Y debido a que no se le está suministrando el medicamento, Alejandro recayó el pasado mes de noviembre, ante lo cual el médico volvió a hacer énfasis en la importancia de resolver esta situación.

Candelaria ha seguido tocando puertas, y en el DIF siguen sin darle respuesta. Y pese a que ha acudido en varias ocasiones, han llegado incluso a negar que haya metido alguna solicitud de apoyo.

Ante esta situación, acudió a la Dirección de Atención Ciudadana, en donde gracias a su intervención, al fin fue recibida en el DIF; sin embargo, en dicha dependencia negaron que ella hubiese acudido alguna vez realizar alguna solicitud de apoyo, e incluso argumentaron que sí se le había otorgado el medicamento, pero que ella no acudió a recogerlo.

$10 mil mensual

El Sirolimus es un medicamento controlado que se le da a los niños que padecen cáncer; actúa como una quimioterapia que “quema” el mieloma; la solución cuesta casi 10 mil pesos, pero debido a que es producido por la farmacéutila Pfizer, que está ocupada en la producción de la vacuna anticovid, no hay en existencia. La alternativa es la presentación en pastillas.

Ante ello, volvió a recurrir al DIF solicitando apoyo, y sin embargo lejos de ayudarla, nuevamente negaron conocerla; las veces que ha logrado adquirir el medicamento ha sido gracias al apoyo de amigos, familiares y personas que llegan a su misma iglesia.

Ante esto, Rodríguez Tosca pide el apoyo de la ciudadanía o de alguna autoridad, para que pueda adquirir el medicamento para acabar con el tumor que afecta a su bebé.

Alejandrito, un niño muy valiente

Alejandro tiene 4 año de edad. Y aunque su enfermedad se manifestó desde los seis meses, ello no ha impedido que sea un niño risueño, inteligente y valiente.

“Es un niño sano, habla bien, come bien; bendito Dios, a pesar que trae su lengua de fuera le echa ganas. Él es un niño muy inteligente; le puedo decir que es un niño que le echa ganas a su problema”, señala la madre.

Si deseas apoyar económicamente a Alejandrito para la compra de su medicamento, puedes depositar a la siguiente tarjeta:

BBVA

4152 3138 7697 0000

Candelaria Rodríguez Tosca

CLABE: 012790015836417134

Para contactar a la señora Candelaria, el número es 993 516 6052