A pesar de que se anunció con “bombo y platillo” la construcción del Centro de Monitoreo y Control Municipal, la obra no arrancó este martes, como se comprometió durante la firma de convenio para llevar a cabo el proyecto.
El titular del Instituto de Energía, Agua e Integración de Energías, Ricardo Decle López así lo indicó al momento de señalar que todo el proceso durará nueve meses, ocho de construcción y uno para revisar que todo el sistema funcione bien.
Sin embargo, durante un recorrido por la Planta Villahermosa, donde se supone habrá de edificarse, el Heraldo de Tabasco pudo constatar que ni siquiera hay indicios del arranque de la obra.
Este ambicioso e interesante proyecto consiste en contrarrestar con acciones y reacción inmediata los efectos de la inseguridad y las inundaciones que son dos de los más grandes males que afectan al estado y en particular al municipio y la capital tabasqueña.
Con una inversión inicial de 140 millones de pesos se prevé sobre iluminar calles y avenidas de las 100 localidades más peligrosas del municipio, tales como Tamulté, Atasta y Las Gaviotas, La Manga, Armenia y Coquitos, situadas al otro lado del río Grijalva.
Las primeras en contar con las nuevas luminarias serán Paseo Tabasco, Paseo Usumacinta, Velódromo de Ciudad Deportiva, Heroico Colegio Militar, Malecón Leandro Rovirosa Wade y 27 de Febrero en el tramo comprendido desde el cruce con Gregorio Méndez hasta malecón Carlos A. Madrazo.
De igual manera se proyecta la instalación de cámaras para vigilar los puntos estratégicos de la ciudad para reaccionar en el menor tiempo posible ante la comisión de cualquier ilícito o prestar atención a la población en caso de alguna emergencia.
Además, incluye el monitoreo permanente de los 107 cárcamos que hay en el municipio, -iniciando con nueve en una primera etapa- con la finalidad de mantenerlos en las mejores condiciones de operación ente la posibilidad de lluvias atípicas que pudieran provocar anegaciones.
El ayuntamiento de Centro contempla también instalar botones de pánico, uno de ellos en el mercado público “José María Pino Suárez”, situado en el primer cuadro de Villahermosa para hacer frente a cualquier sensación de peligro, de tal manera que las corporaciones policíacas entren en acción.