Del 2010 al 2021, en Tabasco se mantienen 31 sitios contaminados a causa de la actividad petrolera en espera de volver a su condición anterior. Son los pasivos ambientales, cuyo número ha pasado de 26 a 31 en doce meses.
De acuerdo a los datos de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) entregados a El Heraldo de Tabasco vía transparencia, los sitios contaminados que la petrolera ha dejado sin remediar en la entidad se ha incrementado, pasando de 26 sitios reportados en octubre del 2021 a 31 en octubre del presente año.
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El reporte de Pemex señala que estos sitios contaminados conocidos como pasivos ambientales, provienen de hace más de una década. El de más antigüedad es del año 2010, mientras que en el 2011 se dejaron 14 sitios impactados por la industria petrolera en dichas condiciones. Para el 2013 se reportan cinco sitios que aún continúan en espera del regreso de los representantes de Pemex para descontaminarlos. Del 2014 hay tres sitios, y del 2015, un sitio más en estas condiciones.
De los años 2016, 2017 y 2018 no existen registros de sitos afectados sin algún proceso de recuperación. Sin embargo, en 2019 vivieron a aparecer estos sitios. En ese primer año de la nueva administración de Morena, con el tabasqueño Octavio Romero Oropeza a la cabeza de la petrolera, en Tabasco se dejaron tres sitios impactados con alguna fuga, sin descontaminar el área afectada.
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Para el siguiente solo se reporta un sitio con estas características, y en 2021 se agregaron tres nuevos sitios dañados que están a la espera de ser remediadas y regresar a su estado anterior.
¿Qué son los pasivos ambientales?
Para la Federación, los pasivos ambientales son aquellos sitios contaminados por la liberación de materiales o residuos peligrosos, que no fueron remediados oportunamente para impedir la dispersión de contaminantes, pero que implican una obligación de remediación.
Los sitios afectados por la extracción del llamado oro negro datan del siglo pasado. Pemex registra 8 sitios impactados en el año 1, 905 y que un siglo después continúan a la espera de la llegada de los petroleros para volver a su estado natural.
