A menos de una semana de haber sido trasladados al estacionamiento del mercado provisional ‘José María Pino Suárez’, los ambulantes se están regresando a las calles Constitución, Amado Nervo y Pino Suárez, tras referir que en la sede que los reubicaron no hay ventas y se “van a morir de hambre”.
Así lo expuso Julio Hernández Hernández, ambulante del lugar, quien explicó que permaneció en el aparcadero de la colonia Casa Blanca del lunes al jueves y no vendió “absolutamente nada”, por lo que este viernes regresó a su anterior punto en la calle Pino Suárez.
“La verdad que si seguía allá no iba a vender nada y yo necesito desplazar la mercancía, estuve el lunes, no vendí ni un peso, estuve el martes y solo 20 pesos, ni para al pasaje, ya aguanté hasta ayer y hoy regresé. Nos llevaron allá para morirnos de hambre”, apuntó.
Y es que indicó que la permanencia de algunos ambulantes en las calles Bastar Zozaya propicia que los consumidores continúen acudiendo a este punto, y dejen de lado la sede provisional.
Además, delineó que el transporte público no ha sido reorientado a la colonia Casa Blanca y sigue dejando todo el pasaje a los alrededores de donde se está construyendo el nuevo mercado, por ende, los consumidores se quedan comprando ahí pues con el intenso calor no quieren caminar hasta el toldo que les fue colocado en el estacionamiento del mercado provisional.
“Todo el transporte sigue para acá, la gente no quiere caminar hasta allá, les da flojera, y se quedan comprando con los ambulantes que siguen aquí y no se han movido, así no se puede, esta parte no pierde vida”, aseveró.