Aunque las autoridades municipales han anunciado estar trabajando en el control del ambulantaje todo ha quedado en un discurso. Nuevamente la calle Hermanos Bastar Zozaya es una de las más afectadas, ya que comercios establecidos han aprovechado para sacar sus maniquíes y productos incluso hasta la calle y el departamento de fiscalización no ha hecho nada para meterlo en cintura.
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De igual forma el comercio ambulante se ha multiplicado al por mayor, sobre todo los que ofrecen productos electrónicos además de cubrebocas ocupando tramos en los que es imposible pasar a pie.
Mucho más complicado resulta, para los padres que acuden al centro y se ven en la necesidad de llevar una carriola o hasta una silla de rueda no hay opción de poder pasar, solo por la calle.
Un poco más hacia el mercado José María Pino Suárez, se observan decenas de comerciantes que después de las 15:00 horas se colocan para ofrecer sus productos lo que complica a los transeúntes y hasta vehículos poder acceder a la zona.
Apenas el mes pasado el ayuntamiento de Centro anunció que inició operativos, pero realmente no pasó mucho ya que en lugar de disminuir los comercios en la vía pública han aumentado. En su momento se detalló que el objetivo del operativo era meter en cintura a los comerciantes y evitar que estos paguen a la mano.