Del 2015 al 2022, un total de 74 estudiantes de preparatoria fueron expulsados de sus colegios por consumo o posesión de drogas dentro de escuelas de nivel preparatoria; el mayor número se registró en el Colegio de Bachilleres de Tabasco (Cobatab). Sólo la pandemia detuvo las expulsiones de estudiantes.
Así lo revela información proporcionada por del Colegio de Bachilleres de Tabasco (Cobatab), del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Tabasco (Cecyte) y del Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Tabasco (Conalep), a la cual tuvo acceso El Heraldo de Tabasco vía transparencia.
El mayor número de jóvenes que fueron sorprendidos con algún tipo de droga se reporta en planteles del Cobatab, con 73 casos entre los años 2015, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2022. Todos los estudiantes que cayeron en estas situaciones fueron expulsados de sus respectivos colegios.
Sólo en los años 2020 y 2021, cuando las clases se llevaban de forma virtual desde los domicilios de los estudiantes, no se reportaron sanciones por el uso de estupefacientes.
Te puede interesar: ¡Alarmante! Se duplican suicidios en niños y jóvenes de Tabasco
El mayor número de alumnos expulsados por el uso de alguna droga ocurrió en el año 2018 cuando fueron expulsados 18 estudiantes, mientras que al primer semestre del año 2022 ya se han expulsado a 4 estudiantes. La dependencia a cargo de Erasmo Martínez Rodríguez señala en su respuesta a esta casa editorial que no cuenta con la información relacionada con el tipo de narcótico usado por los estudiantes expulsados.
Por su parte, el Cecyte señala que después de varios años sin registros de drogas en alumnos, durante el mes de junio del presente año se sorprendió a uno de ellos con hotcakes elaborados con marihuana, por lo que fue expulsado del Colegio.
El Conalep señala que no cuenta con registros de alumnos en uso de enervantes, ya que han implementado actividades de prevención y de intervención temprana con su personal, que atiende y canaliza a los alumnos con factores de riesgo a los Centros de Integración Juvenil o a los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) de la Secretaría de Salud, para su tratamiento.
Cobatab, en el ojo del huracán
Las drogas no es el único problema que aqueja a la comunidad estudiantil del Colegio de Bachilleres en la entidad; recientemente se han dado a conocer casos de agresiones que involucra no sólo a los estudiantes, sino también a los padres de familia de dicho subsistema educativo.
Fue el pasado 2 de mayo cuando un video difundido en redes sociales dio cuenta de la pelea entre dos alumnas del plantel Número 22 de la Villa Benito Juárez, municipio de Macuspana.
En dicho clip, con duración de 12 segundos, puede verse a dos jovencitas portando el uniforme de la clase de educación física, en tanto que sus compañeros las incitan al enfrentamiento.
Acto seguido, las adolescentes se tiran del cabello y sueltan golpes, hasta que ambas caen al suelo, en donde siguen propinándose puñetazos.
Días después, el 11 del mismo mes, a través de redes sociales fue difundido un video en el que quedó documentado un acto de violencia en contra de una estudiante por parte de una de sus compañeras, misma que tuvo la ayuda de su madre para propinarle una golpiza.
Acompañada de su madre, la muchacha identificada como Citlalli “N”, quien en ese momento era alumna de nuevo ingreso en el plantel 24, aseguró que al interior de la escuela existe un clima de violencia generalizado; reveló además que además de haber sido golpeada, algunos de sus compañeros se estaban confabulándose para violarla, planeando alcoholizarla y drogarla para cometer su fechoría; además, aseguró que en dicho plantel hay un alumno que le gusta hacer tocamiento a las estudiantes, quienes por temor no denuncian. Y la agresora pertenece al grupo de los jóvenes señalados por Citlalli.
A raíz de la agresión, la madre de la víctima interpuso una denuncia, lo que desató un caos con las autoridades del Cobatab, quienes insistían en negar que existiera tal denuncia, y que Citlalli había decidido no presentarla; sin embargo, la Fiscalía General del Estado confirmó que sí existía la demanda. También se dio a conocer por parte de la mamá de la joven que los testigos que videograbaron la agresión, habían recibido amenazas. Al final, la agresora fue dada de baja.
Se destapa la cloaca en el Cobatab
Los dos casos anteriores sirvieron para que más hechos violentos entre el alumnado del Cobatab salieran a la luz. En este contexto, fueron dados a conocer tres videos que documentan la agresión entre estudiantes, dos de los cuales fueron grabados dentro de las aulas.
Lee más: Regreso a clases: compras de última hora de útiles y uniformes escolares
En el primero de los casos, una madre de familia llegó a agredir verbalmente a una alumna dentro de una aula, sin que ningún docente o personal de la institución lo impidiera. La mujer lanzó amenazas contra la estudiante, según quedó grabado en el clip.
El segundo video muestra que una estudiante discute con otra compañera. La primera estaba de pie, y la segunda en su pupitre, la cual parece ignorar a su agresora; pero esta última le lanzó una cachetada, ante lo cual la ofendida se levantó, y comenzaron a jalonearse el cabello. Sus compañeros grabaron las acciones e intentaban separarlas.
Y en el tercer clip se muestra la agresión de un joven que empuja a su compañero y le avienta una silla del salón. Al ver que no lo derribó, volvió a agarrar el pupitre y se lo aventó de nueva cuenta. En los últimos segundos, se ve cómo el alumno agredido sale del salón y se corta el video.
Madres de familia y alumnos se enfrentan a golpes
Mientras que en el plantel 21 de Nacajuca tuvo lugar otro caso de agresiones, esta vez entre estudiantes y madres de familia. Hechos que también fueron captados en video y viralizados en redes sociales.
En el clip se escucha discutir acaloradamente una madre con un estudiante, quien le dice que lo iba a demandar, a lo que el estudiante responde que no tenía el derecho de irle a pegar al aula; las demás madres y alumnos interfieren la discusión y se arma el zafarrancho.
En resumen, en el Cobatab además del problema de drogadicción, la violencia al interior de los planteles es otro foco rojo que urge ser atendido.