Mas de 300 vecinos de la comunidad Barranca y Guanal perteneciente al municipio de Centro, recibieron alimentos por parte de personal militar tras habilitar una cocina comunitaria en la zona.
Durante el día se pudo observar a la gente formada en una fila para esperar recibir una porción de comida, entre los que esperaban con paciencia se podía ver a menores y personas de la tercera edad, no importaba que el sol estuviera pegando ni el calor. Lo importante era tener el estomago lleno.
Mientras iban pasando para recibir comida, ya sea caldo, tortillas y alguna bebida, los militares estaban atentos a las grandes ollas de aluminio, como si cada pieza fuera una estación de vigilancia.
Detrás de los elementos castrenses que estaban dentro la cocina, se veían los ingredientes utilizados para el preparado, que a los ahí presentes les parecía un manjar. Probablemente en otra situación lo ahí servido sería un plato más.
Unos servían otros preparaban o calentaban la comida, así trascurrían los horas. No es una exageración afirmar que estas personas, afectadas por las inundaciones, tenían días de no llevarse algo consistente a la boca.
Una niña con la mirada natural de su edad observaba una de los ollas, su rostro denotaba felicidad o al menos eso transmitía a la lente de esta casa editorial, lo cierto es que iba a recibir una porción de algo.