Y cuando el supuesto regreso a la 'normalidad' se anuncia por parte del gobierno estatal, un nuevo y potencialmente riesgoso problema de salud pública se cierne sobre los villahermosinos, al ser detectado un foco de contaminación del agua de los ríos Grijalva y Carrizal, los cuales suministran el vital líquido para el consumo de miles de tabasqueños a través de las plantas potabilizadoras de la capital del estado.
Dicha contaminación se comenzó a sentir desde el viernes pasado, cuando el río Grijalva evidenció rastros de turbiedad y malos olores que pusieron en alerta a la población. Ayer, El Heraldo de Tabasco documentó el problema y las quejas de los ciudadanos de las márgenes de los ríos, quienes alertaron por un olor a "agua de caño" proveniente de los afluentes.
El problema es un riesgo en potencia, porque hasta el momento las autoridades del CEAS y el SAS ni otros organismos correspondientes han esclarecido el origen de la contaminación.
El alcalde de Centro, Evaristo Hernández, señaló que se pedirá a la Secretaría de Salud "autorización para seguir dotando del vital líquido a la población en tales condiciones o en su caso parar las plantas potabilizadoras".
El Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) está aplicando mayor cantidad de productos químicos en sus procesos de potabilización y tratamiento, pero el olor persiste. En las casas el problema ya comienza a hacerse presente; vecinos señalan que el agua ya que no sirve ni para lavar ropa, trastes o bañarse.
Los ciudadanos piden la intervención de la Secretaría de Salud, del Ayuntamiento de Centro, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de los diputados del Congreso local.
DESCARGAS DAÑAN AGUAS DEL GRIJALVA
Cientos de miles de litros de aguas negras se vierten a diario a través de las descargas de drenajes al río Grijalva, lo que incrementando los niveles de contaminación que registra este afluente.
Las descargas de aguas negras, los desechos que vierten a diario y otros productos contaminantes al río Grijalva ha generado una alta contaminación, lo que ha provocado la muerte de diversas especies.
Precisamente se ha registrado una gran mortandad de peces en algunas comunidades del municipio de Centro que viven a orillas del afluente como es el caso de Aztlán segunda sección que bien podría atribuirse a la contaminación por descargas residuales por la presencia de agua negra y pestilente en los ríos Grijalva y Carrizal.
No obstante, el presidente municipal, Evaristo Hernández Cruz descartó que se trate de un problema de descarga de aguas negras.
Más bien, dijo, se debe a que se trata de agua sucia acumulada en las presas que se revolvió al aumentarse la turbinación y que descendió a los afluentes que atraviesan por Villahermosa.
Muchos pescadores dedicados a la pesca han abandonado ese importante sector, debido a que las diversas especies en escama se han extinguido tanto en el río Grijalva, como en arroyos y cuerpos lagunares en el municipio de Centro.
Pobladores y propietarios de establecimientos ubicados en el malecón Leandro Rovirosa Wade, aseguran que la contaminación empaña el ambiente y lo vuelve “tóxico”, pues muchas personas tienen que convivir con las pestilentes aguas negras que a diario son descargadas al afluente.
Esto es del conocimiento de las autoridades municipales, sin embargo, nada han hecho para tratar a través del área respectiva de dar solución a esta situación que preocupa, en incluso llega a perjudicar al turismo.
Esto tomando en cuenta que visitantes de otras entidades y del extranjero pueden acercarse a los malecones buscando tomar aire fresco y se encuentran con las aguas negras que se desbordan de los tubos que se encuentran a orillas del rio, además de los desagradables olores que esto producen.