Docentes de la escuela Tabasco Avanza de Villahermosa acusan a una supervisora de la Secretaría de Educación (Setab) de usar su cargo para presionar, esta situación inició en el ciclo escolar 2018-2019, que es cuando entró en funciones la señalada.
Nicolasa “N” es la persona en cuestión, que es denunciada de prepotente y de pedir constantemente cooperación a los maestros; dinero que no saben en qué lo emplea. A través de un comunicado, dirigido a Egla Cornelio Landero, titular de la Setab; Santana Magaña, subsecretario de Educación Básica y Rosa Zapata Jiménez, directora de educación primaria, les hacen del conocimiento de estos asuntos.
De acuerdo con los trabajadores de la educación, en el ciclo escolar referido “negó la entrada a la escuela, sin fundamentos o motivos, ya que ni siquiera la conocía; atropellando sus derechos”, a una maestra, la cual era de nuevo ingreso.
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“Después de varios oficios y defender sus derechos ante diferentes instancias correspondientes la Mtra. logró ocupar el lugar que por derecho le correspondía en nuestro centro de trabajo, hechos de los cuales la SE tiene conocimiento y hay un expediente”, señalan los educadores.
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Este fue el inicio de una serie de comportamientos de la supervisora que llevaron a los maestros a vivir una situación de fastidio, estrés y miedo. Por lo que decidieron hacer público lo que están viviendo.
Entre lo que han vivido los profesores está lo sucedido días antes de suspenderse las clases presenciales a raíz de la pandemia de Covid-19. Nicolasa pidió una cooperación de 4 mil pesos, argumentando que sería para el convivio del Día del Maestro, recurso que no solo dio la primaria Tabasco Avanza, también las otras escuelas de la zona escolar. Dinero que sería independiente del costo del platillo. Al entrar la crisis sanitaria se suspendió todo evento, incluyendo este, sin embargo, hasta la fecha no se sabe qué hizo la cantidad recaudada.
Tras el regreso a las clases presenciales, la supervisora pidió una cooperación para el traslado de personal de Setab en lanchas a las escuelas de la ranchería Aztlán, que pertenece a la zona escolar. Al negarse los docentes a participar en la colecta, Nicolasa se mostró disgustada. Al respecto en el documento mandado a la Setab, se indica:
“De forma colectiva decidimos no participar en dicha colecta debido a irregularidades como las señaladas. Debido a nuestra negativa, la supervisora escolar acudió días posteriores a nuestra institución y reunidos en el lugar que ocupa la cancha de usos múltiples insistió nuevamente en que cooperáramos”.
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A partir de ese momento ha iniciado un acoso en contra de los maestros y de la escuela. Entre sus acciones está la fusión de dos grupos de primer año, ser retenidos los docentes en contra de su voluntad cuando se realizan los Consejos Técnicos Escolares, entre otros atropellos, señalan.
