Cada día que pasa es común que los menores de 18 años acudan a los módulos de pruebas Covid-19, ya que en el último mes de la pandemia los contagios en este grupo de edad se han contado por miles en el país.
Sin duda son los más pequeños los que más sufren, los que llegan en brazos, otros más en carriolas, quienes esperan con sus padres hasta más de dos horas para poder pasar a realizarse la prueba.
Una imagen de un niño en la piernas de sus padre, se pudo observar el fin de semana, el pequeño lloró al sentir el hisopo de algodón en su nariz, después lo que quedaba era esperar los resultados, que iban a estar en las próximas horas.
Desde el jueves y hasta el lunes se suman casi 4 mil 500 contagios. Cada día que pasa, los casos de Covid-19 se han conocido entre familias, que tienen a niños desde un año a 12 que han dado positivos al coronavirus.
En los próximos días, el 30 de agosto para ser exactos, es cuando se dará el retorno a las aulas, en un mundo de dudas de parte de las autoridades hacia la comunidad estudiantil.
Conforme pasan los días, en el octavo mes del año, las filas en los módulos de prueba rápido siguen creciendo, ya no llegan únicamente los adultos, ahora hay adolescentes y bebés en brazos.
Aunque en un principio se decía que el Covid-19 no afectaba a los menores, lo cierto es que actualmente hay mucho pequeños, ejemplo de que sí pueden resultar contagiados.