El director de 'La 72 Casa del Migrante', Ramón Márquez Vega, dio a conocer que el flujo migratorio decayó de manera importante este año y se ha presentado un fenómeno poco visto porque las personas que cruzan por la frontera sur ya no intentan llegar a Estados Unidos, sino volver a sus países de origen sin éxito ante el cierre de los accesos por el covid-19.
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Detalló que en 2019 se llegaron a recibir hasta 2 mil personas en cuatro meses y ahora apenas van 500, muchas que han sido trasladadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) desde los estados del norte para dejarlas a su suerte en Chiapas, Veracruz o Tabasco.
Agregó que el INM ha optado por liberar a los migrantes "para quitarse el problema de encima", pero sin ningún control y con la ausencia de un programa humanitario que garantice el retorno a sus hogares o por lo menos atención durante su estancia en México.
Añadió que se sabe que en todas las estaciones migratorias del país quedan unas 900 personas, cuando hasta marzo había más de 3 mil, lo que deja en evidencia que se les ha dejado salir, pero sin que nadie se haga responsable de ubicarlos después.
Destacó que esto también podría agravar la contingencia sanitaria, porque esos migrantes no fueron sometidos a pruebas de coronavirus y tampoco se ha capacitado o habilitado a los albergues de asociaciones civiles para recibirlos sin poner en riesgo a su personal.