La sonrisa es una de las pocas virtudes que hoy en día el ser humano logra encontrar, principalmente entre la rapidez del ánimo y la rutina diaria de una ciudad que noche con noche se va poniendo más vieja. Pero entre la espesa brea de problemas mediáticos, se encuentran dos personajes que a lo lejos parecían un salto de color sobre una gran pared gris.
Oriundos de la ciudad de Villahermosa, Nelly Ortega Iduarte y Benito García Chan, preparan en sus manos diversos maquillajes y colores que con rapidez untan certeramente en sus rostros al prepararse para una fiesta infantil.
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Ellos llevan el legado del conocido comandante de la Policía Estatal de Caminos, Guillermo Pérez Salceda, también conocido como Trompito, que a través de sonrisas, enseñaba a los niños y adultos la cultura vial en las carreteras del Estado. El famoso payaso trompito, los conoció cuando eran apenas unos niños en una de sus numerosas presentaciones.
Cuenta el agente Benito García Chan que cuando lo vió por primera vez lo tomó de la mano y lo miró directamente a los ojos inundados de una inmensa admiración y le dijo: “Cuando sea grande quiero ser como usted”, a lo que con una sonrisa Trompito respondió: “Lograrás lo que seas si lo pides con el corazón”
Mejor conocidos como los payasitos Alambrito y Chocolatita, llevan más de 16 años construyendo sonrisas y concientización vial en las calles de Villahermosa y otros municipios del Estado de Tabasco.
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Pero antes de dedicarse a este maravilloso arte de dibujar sonrisas, tuvieron trabajos como albañil, ama de casa, panadero, cocinera, taquero, herrero, todo hasta el momento en el que escuchar la risa de los niños, cambió sus vidas por completo. La payasita Chocolatita, nos cuenta, que es muy difícil dedicarse a este arte pues llevan consigo problemas cotidianos que día con día tienen que disipar para alegrar a otras personas.
“Es muy difícil meterse en éstos personajes, hay días en que llevamos por dentro muchas tristezas y problemas, pero una vez que me maquillo y me transformo en la payasita chocolatita, todas esas tristezas quedan atrás, ya no soy yo, soy otra persona que vino a alegrar la vida de las personas, me olvido de todo cuando escucho la sonrisa de los niños” comentó.
Así mismo Benito García Chan o alambrito, comentó que había trabajado antes en muchos oficios pero que dejó todo cuando supo cuál era su pasión en la vida. “Yo la primera vez que vi a trompito fue en la primaria donde estudiaba, ese día me reí mucho como jamás lo había hecho, entonces me dije que quería ser como él, hacer felices a otras personas. Hasta que un día lo conocí y me dijo que si me quería dedicar a ésto que le diera mis papeles para que yo firmara contrato con ellos, y ese mismo día empecé a trabajar con él”
Estos agentes viales enseñan a través de la risa la cultura vial en el estado para evitar accidentes al momento de cruzar y crear conciencia en los automovilistas, ya que se dijeron enteramente preocupados por los niños cuando se encuentran en las calles de Villahermosa.
Ellos seguirán día con día, enseñando a los niños y adultos la adecuada cultura vial en las calles, con esa singular característica que los define, para alegrar los corazones e instruir el alma.