Luego de que en el mes de noviembre los índices inflacionarios en México alcanzaron niveles alarmantes que no se habían presentado en 20 años, los precios de la canasta básica en Tabasco han seguido a la alza.
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En 20 años, los consumidores, principalmente amas de casa, no habían visto una situación similar. ¿Cuándo un kilo de tomate iba a costar a 42 pesos el kilogramo? ¿O que una cebolla morada, iba a superar los 35 pesos?.
Y lo peor de todo, es que esto no es de ahora, y parece que se mantendrá por varios meses más, haciendo incluso más difícil la pandemia por Covid-19, y más prolongada la cuesta de enero, que ya está a la vuelta de la esquina.
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Por citar sólo un ejemplo, el tomate alcanzó esta semana precios de hasta 42 pesos el kilogramo, cuando hace una semana estaba en 37 pesos.
El incremento en los precios de productos y servicios ha seguido en ruta ascendente, sin embargo, en opinión de economistas, es un síntoma de que se está dando una recuperación en la economía nacional.
Pese a ello, este fenómeno sigue afectando el bolsillo de las clases sociales más desprotegidas que han sido muy golpeadas los últimos 2 años debido a la emergencia sanitaria por Covid-19.
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La carestía se ha visto reflejada principalmente con el encarecimiento de frutas y verduras y otros alimentos de la canasta básica, pero en productos como el tomate, la cebolla, en especial la morada, la papa y el aguacate, es donde más se ha resentido la inflación.
El alza de precios es visible tanto en los supermercados, cadenas de autoservicio, mercados públicos, la central de Abasto de Villahermosa y los pequeños puntos de venta que hay en colonias y comunidades de la entidad.
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Estos precios, de acuerdo a Rubén García Ramos, exdirigente de la Unión de Bodegueros de la Central de Abasto de Villahermosa, se mantendrán en los próximos días.
Esta situación inflacionaria afectó a todos los sectores, incluyendo a los trabajadores burócratas, que han visto disminuida su capacidad adquisitiva.
El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado (SUTSET), René Ovando Olán, coincidió en que las alzas han sido constantes y afectan el bolsillo de la clase trabajadora.
“Les afecta por supuesto, eso hace que los precios de la canasta básica también se disparen, los productos de primera necesidad, que lo podemos ver en las supuestas ofertas que se hacen, como el precio de los básicos, el aceite, el tomate, lo indispensable que en todo hogar no debe faltar”, argumentó.
Cabe señalar que el nuevo máximo de la inflación en México, que se ubicó en 7.05 por ciento en la primera quincena de noviembre, para el gobierno federal es producto de un fenómeno mundial.
Además, el alza tiene que ver con el incremento en los precios de materias primas, como el acero, y de costos en el transporte marítimo.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en la primera quincena de noviembre tocó su mayor nivel en 20 años.
De este modo, la inflación se encuentra por 17 quincenas consecutivas por encima del rango objetivo fijado por el Banco de México (3 por ciento, +/- un punto porcentual).
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Según las estadísticas dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el INPC se aceleró y registró una variación anual de 7.05 por ciento durante la primera quincena de noviembre, el mayor nivel de inflación en México desde el 2001.
De acuerdo al organismo, el aumento se vio impulsado debido al programa de tarifas eléctricas, el cual llegó a su fin durante los primeros días de mes. Con esto, la inflación se encuentra por 17 quincenas consecutivas por encima del rango objetivo fijado por el Banco de México.
De este modo, el índice inflacionario registró su nivel más alto desde la primera quincena de abril de 2021, cuando éste se ubicó en el 7.08 por ciento a tasa anual, es decir, fue el índice más alto en los últimos 20 años.
Como ejemplo, el precio del tomate verde y la electricidad son los que están registrando un aumento exponencial. Tan solo en la quincena pasada, el servicio de electricidad subió un 25 por ciento, mientras que el tomate registró un histórico aumento del 42 por ciento.
Otros productos que registraron un aumento fueron: el pollo (2.76 por ciento), jitomate (3.92 por ciento), chiles frescos (19.77 por ciento); derivado del aumento en los productos, se registró un aumento del 0.39 por ciento en loncherías, fondas, torterías y taquerías.
Cabe señalar que al aumento de precios se le conoce como inflación en México, y se mide a partir de la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) desde 1969. Dicho índice se calcula quincenalmente y está integrado por 283 conceptos genéricos representativos, que se les asigna una ponderación en función de su peso en el nivel de gasto total.
No obstante, el expresidente del Colegio de Economistas de Tabasco, Eduardo Estañol Vidrio, consideró que la inflación es producto de la reactivación económica y es de carácter coyuntural.
Esto significa que la economía está creciendo de manera acelerada. es producto de la reactivación, además la inflación no es exclusiva de México.Eduardo Estañol Vidrio
Manifestó que es mejor que haya crecimiento a que haya estancamiento, por lo que si hay crecimiento, hay generación de empleo y hay bienestar.
“Todos los países tienen inflación, no hay ninguno que se escape, todos tienen inflación, por arriba de lo que se esperaba, pero eso va a pasar, una vez que se ajuste la oferta y la demanda”, comentó.
Por otra parte, al hacer un comparativo de los precios que había en algunos productos en el 2018 a los precios actuales, se tiene que el aceite tuvo un aumento del 60.57 por ciento, al pasar de26.20 a 42.07 pesos.
Mientras que el kilogramo de azúcar pasó de 17.77 a 19.38 pesos, lo que significa un aumento del 9.06 por ciento.
Otro producto de primera necesidad como el huevo pasó de 26.34 a 35 pesos el kilogramo, que significó un aumento del 32.88 pesos.
El kilogramo de carne de res se cotizaba en el 2018 en 140 pesos, y en noviembre de este año pasó a 180 pesos, para un 28.57 por ciento de aumento.
Mientras que el kilogramo de frijol pasó de 22.40 a 39 pesos, lo que es un 74.11 por ciento de incremento.
De esta forma, a un mes de que finalice el año los ajustes a los precios de la canasta básica no se han detenido, lo cual vaticina una cuesta de enero aún más catastrófica.