La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) Tabasco, Carla Emilia Morales Ariza, cuestionó el mal manejo de las presas del alto Grijalva que se ha tenido por varios años lo que ha causado estragos en la planicie tabasqueña.
Por ello, consideró necesaria la intervención de la federación para que se garantice que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realice en adelante un manejo responsable de las presas del Alto Grijalva, principalmente en el caso de Peñitas.
La dirigente de los industriales opinó que no se puede sacrificar la seguridad de los ciudadanos para privilegiar la generación de energía.
No obstante, dijo que esto también se debe a que no se está dando oportunidad a la iniciativa privada de competir en igualdad de condiciones.
Eso sin olvidar de que ha habido falta de planeación de los anteriores gobiernos y se permitieron asentamientos urbanos en zonas muy bajas, algo que no ha sido atendido debidamente.
Reconoció que Tabasco tiene sus propios problemas que hacen que con las lluvias haya inundaciones, y ahora esto se agrava por las presas y la entidad siempre termina pagando los platos rotos.
“Aquí hay que destacar el mal manejo de las presas que han tenido las autoridades por años por el tema de las compañías hidroeléctrica que no les dan competencia a las compañías privadas, de modo que cuando se dan estos tiempos ya las presas están a reventar y esto es lo que pasa, esto ya se ha venido de muchos años afortunadamente el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta semana que estará de visita por Tabasco para supervisar el funcionamiento de las presas”, expresó.
En otro tema, Morales Ariza comentó que las lluvias de la semana pasada, más que daños económicos y pérdidas directas a las empresas asentadas en Ciudad Industrial, tuvieron problemas en sus tiempos de producción y en el acceso de su personal.
“El principal impacto que tuvimos fueron las personas para llegar a sus centros de trabajo”, señaló.
Refirió que en Ciudad Industrial I las anegaciones alcanzaron un nivel de 60 centímetros, mientras que en Ciudad Industrial II fue de 80 centímetros; “Afortunadamente sólo fueron unos días y los niveles ya bajaron”, dijo.
Agregó que lamentablemente los drenajes están llenos de basura y no hay tapones suficientes para que llegue toda esa agua a los cárcamos y pueda succionarse de una manera más rápida.