Los daños en la infraestructura eléctrica tras el paso del huracán Otis en Guerrero alcanzarán los 60 millones de dólares y el restablecimiento del suministro eléctrico al 100 por ciento tomará hasta tres meses, indicó Salvador Portillo, presidente de la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (Caname), organismo que puso a disposición de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) torres de transmisión, cables, transformadores, interruptores y equipos primarios.
De acuerdo con el representante de la Caname, en Guerrero, el huracán derribó 145 estructuras o torres de transmisión, 10 mil postes de luz y ocasionó daños a 800 transformadores de transmisión.
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“Estamos en coordinación con la Secretaría de Economía y con la Comisión Federal de Electricidad, proporcionando los materiales necesarios para reemplazar el suministro eléctrico de la comisión”, dijo Portillo a El Sol de México.
En un comunicado, la CFE informó que 513 mil 524 usuarios fueron afectados por el huracán en Guerrero.
La CFE priorizó la recuperación de la luz en hospitales, sistemas de comunicación, gasolineras, instalaciones de seguridad pública y protección civil, así como en establecimientos que brindan servicios esenciales, según el comunicado.
Respecto al tiempo estimado para restablecer completamente el suministro eléctrico en Guerrero, Portillo estimó que podrían llevarse hasta tres días, pero para una condición normal de operación podrían tardar hasta tres meses.
“Hay que cambiar estructuras y eso va a llevar unos tres meses, restituir y llevar a la red eléctrica nacional a su condición normal de operación, ya con los postes y el reemplazo de torres”, explicó.
Portillo confirmó la participación de la Caname en la reunión convocada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para planificar la reactivación de Acapulco, en donde se acordó que la iniciativa privada y el gobierno trabajarán en diferentes mesas para apoyar al estado.
En lo que respecta a la Caname, se enfocará en el sector eléctrico, colaborando con la SE para establecer planes de suministro de equipos en la zona afectada.
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“Viene una etapa muy importante que quizás no se ha dimensionado, debido a que después habrá que participar en un plan de acción para las viviendas porque también fueron afectadas y toda la instalación eléctrica, cables, luminarias, contactos, fueron realmente afectados”, dijo.
Subrayó que el problema de fondo es la reactivación económica, y aunque la reconstrucción de Acapulco podría llevar unos años, todos los sectores deben contribuir lo antes posible.
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