Entre 500 y 2 mil pesos, o más, destinarán los villahermosinos para el regalo de las reinas del hogar, un presupuesto que debido a la crisis económica, tuvieron que juntar bajo sistemas de ahorro y tandas.
En una encuesta ciudadana los capitalinos concordaron en que el regalo a las mamás es obligatorio, pues son las que nos trajeron al mundo y no hay como pagarles; sin embargo, también señalaron que tuvieron que ajustarse el cinturón para reunir el recurso suficiente, pues además de los obsequios también hay que contemplar al menos una comida y el tradicional pastel.
José Hernández es vendedor ambulante de tacos, e indicó a este medio de comunicación que aunque no tiene esposa, cuenta con la fortuna de tener viva a su madre, y a como todos los años, la celebrará junto a sus tres hermanos.
“Todos los años primero Dios nos reunimos en la casa, hacemos una comida, compramos un pastel, y ahí la pasamos con ella, es una tradición”, apuntó.
En tanto, aunque confesó que hasta ayer al medio día aún no había comprado el regalo, señaló que tiene destinado mil pesos para comprarlo, más los gastos que genere el festejo.
Por su parte la joven, Ana Laura García de la Cruz, le compró a su madre una licuadora de 800 pesos, pues dijo que la necesitaba urgentemente.
“Le compré una licuadora, porque si la necesitaba, nos dijo que se le había roto y a ella le encanta cocinar, entonces eso le compre y se la voy a llevar mañana (hoy)”, aseveró.
Ana es del municipio de Macuspana, por eso, además del gasto de la licuadora debe tener él cuenta un pastel y el pasaje de traslado, ya que no tiene carro particular, por lo que para ello –dijo- estuvo ahorrando cerca de unos dos meses.
“Me puse a ahorrar hace como dos meses, saque de mis quincenas lo que podía y lo guardé, porque el año pasado me agarró sin dinero y fue un show, por eso ahora me preparé”, expuso.
Finalmente, en el caso de Francisco Javier Hernández Sánchez, el regalo debe ser doble, uno para su esposa y el otro para su madre, las cuales –expresó- que son las dos mujeres más importantes de su vida, junto a su pequeña hija de cuatro años.
Para comprar los dos regalos Francisco invirtió mil pesos, 500 por cada una, en lo referente a dos juegos de accesorios, collar y pulsera.