Ayer fue el día esperado por miles de personas, sobre todo parejas, que con un detalle y un simple gesto de cariño se demostraron el más puro sentimiento de Amor o Amistad, en el Día de San Valentín.

Está fecha es tradicionalmente una de las más comerciales a nivel nacional y local, y esta edición no fue la excepción.

Los ramos de flores, peluches, chocolates, globos, bombones, entre una gran diversidad de artículos alusivos inundaron los negocios en buena parte de Villahermosa.

Incluso las calles, los parques, a las puertas de las escuelas y cualquier lugar público se transformaron en improvisadas plazas comerciales, que ofertaron diversidad de regalos para los enamorados.

En el corazón de Villahermosa se concentró buena parte de la población, y buscó el mejor presente para consentir al novio, la novia o al amigo.

También las ofertas de los puestos ambulantes, colocados exprofeso en el velódromo de Ciudad Deportiva, atrajeron como sucede año con año, a un sinnúmero de clientes.

Sin duda, rosas, girasoles, claveles y demás fueron de las más solicitadas por personas de todas las edades.

A decir de los floristas del mercado de Las Flores, las ventas se dispararon este Día del Amor y la Amistad entre 40 y 60 por ciento, con una gran demanda en ramos de 12 y 24 rosas, así como arreglos creados para lo ocasión con figuras ad hoc a la celebración.

Incluso, algunas especies con mayor demanda se agotaron y debieron cancelarse los pedidos hechos con antelación.

De manera onerosa o sencilla en su mayoría los tabasqueños festejaron este día, unos en el trabajo, otros en casa con los familiares, en restaurantes, en el cine o de compras, siempre tratando de disfrutar el momento al máximo.

Sin embargo, hubo quienes optaron también por acudir a los cementerios a dejar una ofrenda floral a esos seres queridos que pasaron a mejor vida, pero de los que se guardan cariñosamente los más gratos recuerdos.

Ejemplo de ello es la señora Araceli Campos. Ella aunque con un modesto ramo de flores acudió a visitar a sus padres al Panteón Central, donde platicó con ellos y rezó por su eterno descanso.

Hasta los taxistas se dieron su tiempo para darse una vuelta por los negocios de regalos para festejar a la mujer amada.