Tras señalar que el problema de deforestación no se ha detenido a pesar de los esfuerzos de instancias federales y estatales por replantar grandes extensiones de tierra, Elizandro Pérez Martínez, presidente del Consejo de la Unión de Silvicultores de Tabasco, reveló que el 50 por ciento de las marcas de miel que se venden en Tabasco son de dudosa procedencia.
Por ello, afirmó que su consumo puede generar graves riesgos para la salud, por lo que recomendó a la población abstenerse de comprar estos productos piratas.
El productor manifestó que es necesario que la Secretaría de Salud regule la calidad de los alimentos, además de establecer una Norma para la producción y venta en Tabasco.
Lamentablemente, dijo, el 50 por ciento de las marcas de miel que se adquieren en el mercado no reúnen los requisitos de calidad.
“Entonces, si consumimos alimentos alterados, pues nos hará daño, hay muchas malas prácticas, yo creo que debe haber algo que regule la calidad de los alimentos, que eso es muy importante, de ahí se denota que falta control, hace falta control de sanidad, y esto desde luego nos impacta como productores porque un producto que es 100 por ciento, el productor no lo puede dar más barato, pero la gente siempre se va por el precio más bajo, sin medir los daños a la salud”, expresó.
Pérez Martínez dijo que además ha faltado que por parte de la dependencia se establezca el etiquetado de los productos locales, a fin de evitar que se comercialicen productos alterados que atenten contra la salud.
“Consideramos que debe haber un control sanitario, e inclusive de hacer un análisis de cualquier producto que salga al mercado, o también formar una etiqueta por decir como de nutrición, si tú vas a vender miel, se debe tener una norma porque hay que vender calidad porque ya somos un país muy enfermo”, destacó.
En otro tema, comentó que a pesar de los intentos del gobierno federal con proyectos de reforestación, la tala de árboles continúa presente en gran parte del territorio tabasqueño.
Agregó que además de robo de madera, organismos y asociaciones forestales en la entidad han denunciado que desde hace varios años, el número de hectáreas destinadas a la reforestación van a la baja.
Esto como resultado de los recortes presupuestales de las dependencias del ramo, lo cual, merma la capacidad de recuperación de las regiones deforestadas.